
Así como hay explicaciones acerca del significado de hablar solo en voz alta, existen razones detrás de aquellas personas que prefieren dormir con la puerta cerrada en su sitio de descanso.
¿Por qué hay personas que cierran la puerta al dormir?
Cerrar la puerta de la habitación antes de dormir es más que una simple rutina y esconde una serie de motivaciones profundas. Aunque pueda parecer insignificante, esta acción revela aspectos de la personalidad y necesidades emocionales. La psicología ofrece diversas interpretaciones:
- Búsqueda de seguridad: crea una barrera física que simboliza protección. Muchas personas se sienten más seguras y protegidas cuando su espacio personal está delimitado, especialmente durante el sueño cuando son más vulnerables.
- Necesidad de privacidad: la habitación es un refugio, un espacio íntimo donde se puede ser sí mismo sin sentirse observado. Cerrar la puerta refuerza esta sensación de privacidad y autonomía.
- Control sobre el entorno: al cerrar la puerta, se ejerce un cierto control sobre el entorno inmediato. Esto puede causar una sensación de calma y seguridad, especialmente en momentos de estrés o incertidumbre.
- Hábito y ritual: para muchas personas, cerrar la puerta antes de dormir se convierte en un ritual que marca la transición entre la vida diaria y el descanso. Este hábito proporciona una sensación de orden y estabilidad.
- Miedo a lo desconocido: en algunos casos, cerrar la puerta puede estar relacionado con miedos o ansiedades subconscientes, como el miedo a la oscuridad o a intrusos.
Otros factores que pueden influir son experiencias traumáticas o eventos estresantes en la infancia pueden influir en la necesidad de cerrar la puerta para sentirse seguro.
Además, las normas culturales y la educación familiar también pueden influir en esta costumbre. En esa misma línea, personas más introvertidas o con mayor necesidad de privacidad pueden tener esa tendencia.
¿Por qué es importante cerrar la puerta del dormitorio por la noche?
Cerrar la puerta de la habitación al dormir por la noche puede parecer un gesto simple, pero encierra una serie de razones importantes, tanto desde el punto de vista de la seguridad como del bienestar personal:
- Barrera contra el fuego: una puerta cerrada actúa ante un incendio como una barrera física que ralentiza la propagación del fuego y del humo, dando más tiempo para evacuar en caso de emergencia.
- Menor acumulación de humo: al cerrar la puerta, se reduce la cantidad de humo tóxico que ingresa a la habitación en un incendio, lo que disminuye el riesgo de intoxicación.
- Sensación de seguridad: crea un espacio privado y seguro, lo que favorece la relajación y el sueño profundo.
- Reducción de distracciones: se minimizan las distracciones externas como ruidos o luces, lo que contribuye a un sueño más reparador.
- Protección de la intimidad: la puerta cerrada garantiza un mayor grado de privacidad, especialmente en hogares compartidos.
- Aislamiento térmico: en algunos casos, cerrar la puerta puede ayudar a mantener una temperatura más estable en la habitación, mejorando la calidad del sueño.
- Reducción de ruidos: ayuda a amortiguar los ruidos externos, creando un ambiente más tranquilo para dormir.




¿Qué pasa si se duerme con la cama frente a la puerta?
Dormir con la cama frente a la puerta es una práctica que, según algunas creencias y principios del Feng Shui, puede influir en la calidad del sueño y el bienestar general.
- Falta de privacidad: al tenerla así, la sensación de intimidad se ve comprometida. Esto puede causar una sensación de vulnerabilidad y dificultar el descanso.
- Interrupción del flujo de energía: según el Feng Shui, la cama ubicada frente a la puerta puede interrumpir el flujo de energía positiva (chi) en la habitación, lo que podría generar discordia y malestar.
- Sensación de inseguridad: algunas personas pueden sentir inseguridad al dormir con la cama frente a la puerta, ya que se sienten más expuestas a posibles amenazas.
- Asociaciones culturales: en algunas culturas, se asocian creencias negativas a esta posición de la cama, como la idea de que los pies apuntando hacia la puerta pueden atraer malas energías.
Es importante destacar que estas creencias son subjetivas y varían según las culturas. Si se siente comodidad y se descansa bien con la cama frente a la puerta, no hay razón para cambiarla.
*Este artículo fue escrito y curado por periodistas del equipo de redacción, con apoyo de una inteligencia artificial que utiliza ‘machine learning’ para producir texto.
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