
Hay múltiples recomendaciones en el hogar para evitar inconvenientes y uno de esos tiene que ver con el funcionamiento de la nevera, que en ocasiones solo enfría en la parte de arriba, pero no abajo.
¿Qué pasa con una nevera que enfría arriba, pero no abajo?
Este electrodoméstico normalmente debe funcionar en ambos espacios, aunque la distribución del frío puede variar ligeramente dependiendo del diseño y la eficiencia del aparato. Aquí hay algunas razones por las que se podría experimentar una diferencia de temperatura notoria:
- Distribución de aire frío: algunas neveras están diseñadas para tener un mejor flujo de aire frío en la parte superior, lo que puede llevar a que esta se enfríe más rápido y mantenga una temperatura más baja. Sin embargo, esto no significa necesariamente que la parte inferior no se enfríe; simplemente puede tardar un poco más en alcanzar la temperatura deseada.
- Ubicación del termostato: el termostato de la nevera, que controla la temperatura interior, generalmente se encuentra en la parte superior del compartimiento del refrigerador. Esto significa que el termostato puede detectar y regular mejor la temperatura en la parte superior, lo que podría hacer que esta se enfríe más eficientemente que la parte inferior.
- Carga y obstrucciones: si se tienen alimentos que bloquean el flujo de aire en la parte inferior de la nevera, esto podría obstaculizar la circulación del aire frío y hacer que esa área no se enfríe adecuadamente. Sirve organizar los alimentos de manera que no bloqueen las rejillas de ventilación o los conductos de aire.
- Problemas mecánicos: si se experimenta una diferencia extrema de temperatura entre la parte superior e inferior de la nevera, podría ser indicativo de un problema mecánico, como un fallo en el sistema de refrigeración, un termostato defectuoso o un sello de la puerta dañado. En este caso, sería recomendable que un técnico de electrodomésticos lo revise para identificar y solucionar cualquier problema.
¿Cómo prevenir problemas de enfriamiento en la nevera?
Esto es clave para mantener los alimentos frescos y seguros. Aquí, algunos consejos para evitar inconvenientes:
- Ubicación adecuada: ponerla en un lugar bien ventilado, lejos de fuentes de calor como estufas, radiadores o luz solar directa. Revisar que haya suficiente espacio alrededor de la nevera para permitir una adecuada circulación de aire.
- Nivelación: asegurarse de que la nevera esté nivelada para que la puerta cierre correctamente y el sello de la puerta funcione adecuadamente. Un refrigerador desequilibrado puede provocar fugas de aire frío y problemas de enfriamiento.
- Mantenimiento regular: limpiar regularmente el condensador de la nevera para eliminar el polvo y la suciedad que pueden obstruir el flujo de aire y reducir la eficiencia del enfriamiento. También verificar que las rejillas de ventilación estén despejadas.
- No sobrecargar: esto puede obstruir la circulación de aire frío y hacer que el sistema de refrigeración trabaje más para mantener una temperatura adecuada. Además, asegurarse de no bloquear las rejillas de ventilación dentro del refrigerador.
- Verificar el sellado de la puerta: regularmente inspeccionarlo para asegurarse de que esté en buen estado. Si se nota algún daño o desgaste en el sello de la puerta, reemplázalo para evitar fugas de aire frío.
- No abrir la puerta con frecuencia: cada vez que se abre la puerta de la nevera, se pierde aire frío y el sistema de enfriamiento tiene que trabajar más para recuperar la temperatura. Trata de abrir la puerta solo cuando sea necesario y evita dejarla abierta por períodos prolongados de tiempo.
- Revisar la temperatura: se puede hacer con un termómetro específico para refrigeradores y ajustar el termostato según sea necesario para mantener una temperatura segura (generalmente entre 1-4°C o 34-40°F).




¿Cómo saber si falla el termostato de la nevera?
Hay varios signos que puedes observar para confirmar este problema:
- Si hay fluctuaciones significativas en la temperatura de la nevera a pesar de haber establecido un ajuste constante en el termostato, esto podría indicar un problema con el termostato.
- Si la nevera está demasiado fría o demasiado caliente, aunque se haya ajustado el termostato a la temperatura deseada, es posible que el termostato esté defectuoso y no esté controlando adecuadamente el sistema de enfriamiento.
- Si se observa una acumulación excesiva de hielo en el congelador o en la parte posterior del compartimento del refrigerador, esto podría indicar un mal funcionamiento del termostato, ya que podría estar haciendo que el sistema de refrigeración funcione en exceso.
- Si el refrigerador no se enciende en absoluto o no se apaga cuando alcanza la temperatura deseada, es posible que el termostato esté defectuoso y no esté enviando la señal adecuada al sistema de refrigeración.
- Si se escuchan ruidos inusuales, como zumbidos o clics constantes, esto podría indicar un problema con el termostato que está causando que el sistema de enfriamiento funcione de manera irregular.
- En algunos casos, es posible notar signos visuales de daño o corrosión en el termostato, lo que indicaría que está fallando y necesita ser reemplazado.
Si se experimentan alguno de estos síntomas, es recomendable contactar a un técnico de electrodomésticos para que revise y diagnostique el problema con el termostato de la nevera. Ellos podrán ejecutar pruebas adicionales y llevar a cabo las reparaciones necesarias para restaurar el funcionamiento adecuado.
*Este artículo fue escrito y curado por periodistas del equipo de redacción, con apoyo de una inteligencia artificial que utiliza ‘machine learning’ para producir texto.
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