Esta propuesta promete mejorar la vida sexual, mejorar los orgasmos y eliminar la flacidez de la zona íntima, señala el diario Independent.

Los ‘nidos’ se conocen como gallaritas o gallarutos y son en realidad excrecencias del árbol de roble, que se defiende de las picaduras de este tipo de insectos cuando depositan sus larvas.

Estos brotes, también conocidos como agallas, posiblemente alguna vez nutrieron larvas de avispa y en su interior pueden encontrarse residuos de ellas.

El artículo continúa abajo

De acuerdo con el blog de la doctora Jen Gunter, quien hace un llamado a no usarlos, la técnica consiste en crear una pasta con estas esferas y dejar actuar en la vagina por algunos minutos, para supuestamente obtener todos sus beneficios.

Advierte que los riesgos son potenciales y que su uso podría causar dolor, molestias, ardor, alterar el pH natural, eliminar las buenas bacterias e incluso incrementar el riesgo de adquirir enfermedades de transmisión sexual. “Si algo te quema cuando lo aplicas en la vagina, generalmente es malo para la vagina”, asegura.

Otras técnicas consisten en hervir los nidos y tomar el agua o triturarlos y tragarlos acompañados de arroz, para restaurar la elasticidad de la pared uterina. También hervirlos y utilizar el agua como jabón íntimo durante los días de periodo menstrual.

Las agallas se consiguen en Internet por aproximadamente 13 dólares (alrededor de 37.000 pesos colombianos). También los venden para realizar hechizos y encantos.

IStock