Constantemente organismos de salud recomiendan incluir la actividad física dentro de nuestra rutina diaria, para mantener una buena salud, no obstante, todo en exceso puede traer resultados negativos.

Así como le ocurrió a Kaelyn Franco, una joven de 23 años que por poco pierde una pierna tras realizar una clase de ‘spinning’ de 45 minutos, aunque la mujer se encontraba en perfectas condiciones y estaba acostumbrada a realizar ejercicio, su primera clase de spinning la dejó marcada de por vida, pues su cuerpo desarrollo una enfermedad llamada rabdomiólisis, una condición grave que puede llevar incluso a la muerte.

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“Al ser alguien que ha practicado deportes toda mi vida, me pareció muy extraño que mis piernas se doblaran inmediatamente cuando me bajé de la bicicleta. Sentí que no podía moverme. Mis primos se reían de mí, pero sabían que algo estaba mal”, manifestó Kaelyn.

Y es que según relató la joven, después de terminar la clase se dio cuenta que sus piernas estaban debilitadas y sentía un gran dolor, al asistir al centro médico, le diagnosticaron rabdomiólisis, además de presentar unos niveles de creatinina exageradamente altos.

Ante el estado de salud Kaelyn contó que tuvo que ser intervenida quirúrgicamente de emergencia para salvar su pierna y su vida: “Mi rabdomiólisis se convirtió en síndrome compartimento agudo y los médicos tuvieron que entrar y quitar el músculo que se estaba rompiendo en mi torrente sanguíneo”.

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Esta enfermedad ocurre cuando los tejidos dañados de los músculos sobre ejercitados se filtran en el torrente sanguíneo, ocasionando un dolor severo y afectación en los riñones.

Por suerte la joven logró salir con vida de la situación, aunque afirmó que tendrá secuelas durante el resto de su vida.