El estrés afecta físicamente al organismo, desde provocar la aparición de arrugas en la piel hasta aumentar el riesgo de sufrir un derrame cerebral. Además, esta situación puede inducir a las personas a adoptar comportamientos poco saludables como fumar, comer mal y realizar poca actividad física. La página TED explicó el daño que le hace esta condición al cerebro: 

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De esta manera, la revista médica Jama Network Open publicó un estudio en el que se concluyó que las personas que se tensionan en distintas situaciones tienen más probabilidades de presentar factores de riesgo cardiovascular no controlados y pérdida del desarrollo de la función cognitiva del cerebro hasta en un 37 %. 

La nueva investigación se basa en los datos de un estudio a largo plazo financiado por el Gobierno de Estados Unidos. El objetivo era comprender las disparidades en la salud cerebral. Se pidió a miles de participantes una autoevaluación del estrés y se les realizó una evaluación estandarizada de la función cognitiva, con controles periódicos durante más de una década.

Para el médico Ambar Kulshreshtha, profesor asociado de Medicina Preventiva y Epidemiología de la Universidad de Emory y coautor del estudio, “el estrés no solo empeora la cognición actual de las personas, sino que también puede tener efectos nocivos para la salud a largo plazo”. 

Por su parte, la doctora Amy Arnsten, profesora de neurociencia de la Facultad de Medicina de yale, explicó: “Estas vías de señalización del estrés se liberan y deterioran rápidamente las funciones cognitivas superiores de la corteza prefrontal, que incluyen aspectos como la memoria de trabajo. Con el estrés crónico, se pierde materia gris en el córtex prefrontal, en las regiones que inhiben la respuesta al estrés y en las que nos hacen saber que necesitamos ayuda“.

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También se ha observado que el estrés aumenta de forma constante con la edad, pero el estudio demostró que la relación entre el estrés y la función cognitiva era relativamente constante en todas las edades. Los participantes en el estudio tenían edades comprendidas entre los 45 y los 98 años en el momento de su última evaluación.

Además, el estrés también genera altas probabilidades de desarrollar la enfermedad de Alzheimer, aunque se creía que esta se daba únicamente por condiciones genéticas. Hay alrededor de una docena de elementos que se han identificado como factores de riesgo modificables que una persona puede cambiar para reducir su riesgo de desarrollar demencia.