El problema era claro, ya que Celena había sumado 32 kilos de peso durante los 3 primeros años de relación con Pete, su pareja. Ante esa situación, la mujer decidió cambiar sus malos hábitos de alimentación, pero lejos de su esposo, como describe BBC.

En ese proceso, Celena reconoció que una de las formas en las que Pete le demostraba su cariño era complaciéndola con mucha comida, como chocolate, pizza, comida china y helado, por lo que estar cerca de él (o mejor, seguir fomentando sus malos hábitos) era perjudicial para ella.

Durante su régimen, Celena recibió ayuda psicológica para poder aceptarse tal cual era. Para ello, hizo actividades como posar semidesnuda para unos artistas y probarse un vestido de novia, algo que nunca había querido hacer por vergüenza consigo misma.

También le puede interesar:

Esta vez, como complemento, y contrario a lo que pasaba cuando infructuosamente iniciaba una dieta con su marido, Celena logró concentrarse en comer los alimentos correctos y unirse juiciosamente a diferentes rutinas de ejercicio.

Pete, que se había ido a vivir esas 10 semanas con su hermana, también hizo lo propio, logrando comer verduras de todo tipo, algo que nunca había hecho ni siquiera cuando era niño. Sin embargo, los problemas de sobrepeso de su padre y la insatisfacción de su esposa lo llevaron a replantear su situación. Para eso, forzó a su cuerpo para que aceptara los vegetales.

Luego de esas 10 semanas, Celena y Pete se reunieron. Él había logrado perder 16 kilos de grasa y ganar 6 de músculo; ella, por su parte, logró bajar 19 kilos. Ahora, luego del reencuentro, los dos, junto con sus hijos, mantienen unos hábitos muchos más saludables, comen raciones mucho más pequeñas que antes y tienen rutinas de ejercicio. Misión cumplida.

BBC Mundo
Celena y Pete, antes y después | BBC Mundo