Suele ser un tabú y a muchos les da vergüenza. Sin embargo, de acuerdo con el artículo publicado por el medio norteamericano, en donde se citan tres expertos diferentes, es el momento perfecto para “enseñar habilidades y conceptos que permitan a los jóvenes convertirse en adultos sexualmente sanos”.

A continuación, los consejos de Kim Cavill, Lydia M. Bowers y Melissa Carnagey a los padres:

1. No esperes a que lleguen a la pubertad

Cavill recomienda abordar el tema, gradualmente, desde antes de esta etapa del ser humano, que normalmente está entre los 9 y los 16 años. Además, dice que es una buena idea hablar del placer no sexual: “Me gusta como se siente el viento en mi cara”, “El color morado me hace sentir bien”, por ejemplo, para que los pequeños comiencen a entender que no hay porqué avergonzarse de las cosas que los hacen sentir bien.

2. ¡Es normal!

Hacerlos sentir apenados o decirles que no está bien puede tener un impacto negativo en su comportamiento futuro y generarles autodesprecio. La educadora Melissa Canagey recomienda incluso unas líneas para cuando descubras a tu hijo masturbándose:

“Veo que te estás tocando tu pene/vagina/ano. Se siente bien, ¿no? Tocarse esas partes del cuerpo se siente realmente diferente a tocar otras como las rodillas o cejas. Me alegra que estés descubriendo tu cuerpo, porque los cuerpos son realmente geniales”.

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De igual forma, la experta asegura que esa autoexploración les ayudará a detectar cualquier toque inapropiado por parte de otra persona.

3. Es algo que se hace en privado

Es vital recordarles que tocar sus partes privadas se hace en un lugar en el que nadie pueda verlos e incluso indicarles dónde pueden hacerlo en la caso, cuando quieran.

4. Las ayudas pedagógicas no sobran

Las expertas recomiendan usar libros que se encuentren en el mercado o videos que hay en YouTube, como el que sugiere el Huffington (en inglés):

5. Padres, no se preocupen demasiado

Sobra pensar demasiado en cuántas veces se están masturbando los hijos. Las expertas recuerdan que solo hay que alarmarse cuando los niños se están haciendo daño o si la masturbación está interfiriendo en su vida diaria.

6. Que la pena no venga de los papás

Sin importar cómo fueron criados, es importante no transmitir los mismos mitos y tabúes sobre el tema a una nueva generación. Hablar del tema con normalidad es la clave.