Con una guía para el cuidado de la salud mental, editores y periodistas de SELF aconsejan diferentes actividades para que realice una persona que se encuentre en un episodio de depresión o, en este caso, una confusión emocional.

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9 ejercicios para saber cómo se encuentra

  1. Tenga una verdadera conversación en voz alta consigo mismo. Pregúntese: “¿cómo se siente?” o “¿qué necesita para sentirse más relajado?”. Luego piense en lo que su cuerpo o su mente responderían. Es posible que se sorprenda con cómo puede ayudar tener una conversación real consigo mismo.

2. Decida si quiere encontrar una solución a lo que siente o simplemente dejar que el sentimiento siga su curso. Pregúntese si: “¿quiere una solución a este problema o simplemente quiere dejar que este sentimiento te atraviese?”. A veces, nuestros sentimientos son tan abrumadores que encontrar la solución correcta para ellos puede ser difícil. En esos casos, puede ser mejor dejarlos ser y sentirlos: llorar, escribir en un diario, etc. Otras veces, es posible que anhelemos una solución o acción más concreta. Decida y actúe en consecuencia.

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3. Nada es para siempre, ni los mejores o peores sentimientos. Todo pasa. Al reflexionar sobre vivir sola durante la pandemia, la ex editora de SELF, Patia Braithwaite, escribió sobre cómo recordar que nada dura para siempre, lo que la ayudó a superar sus momentos más difíciles: “Lo único que sé con certeza es que nada dura para siempre. Cada mínimo horrendo finalmente se ha disipado. Cada buen sentimiento se suaviza”.

4. Permítase distraerse de cómo se siente. Hacerlo no significa que esté negando sus emociones o que sea negativo. Simplemente es brindarse la opción de reiniciar su mente para regresar al momento y estado que necesita con la energía renovada. Mire la novela, película o serie que lleva aplazando durante un tiempo.

5. Cuando se juzgue o sea duro con usted mismo, pruebe una meditación ‘LLUVIA’: Reconocer, permitir, investigar y no identificar ni nutrir. Identifique sus pensamientos y sentimientos a medida que ocurren; permita que existan sin alejarlos; investigue preguntándose por qué se siente así o qué le está tratando de decir la emoción; y luego elimínela de su autoestima; en otras palabras, desidentifíquese con ella.

6. Cuando comience a pensar en lo que “debería” estar haciendo en este momento, reformule sus pensamientos en términos de lo que realmente quiere, le gusta o puede hacer. Eso le ayudará a encontrarse contigo mismo en el presente; fijándose objetivos realistas que, con suerte, pueden ayudarle a sentirte un poco mejor.

7. Recuérdese a usted mismo que está bien hacer una pausa en sus objetivos. Durante una crisis es bueno quitarle la presión a lo que hace en el día a día y decidir revisar metas o planes en otro momento; aceptar que el cambio es constante y que la vida puede cambiar. Hace parte de la normalidad.

8. Identifique los detonantes de su estado actual. En este caso es importante hacer un ‘feedback’ de lo que sucedió en su día o las últimas horas. Puede llevar un registro de las veces en las que se sintió así y analizaa más adelante si hay algún patrón o vínculo. Identificarlo puede ayudarle a tener una mejor relación consigo mismo y con los demás.

9. Si quiere llorar, hágalo. El llanto puede ayudarle a hacer catarsis, de hecho tener ganas de llorar cuando las cosas no están bien es una respuesta física normal y natural de las emociones.

Consejos sobre qué hacer si la situación se hace más grave

  • Crée una lista de autocuidado para usar en tiempos de crisis. En ella puede incluir las herramientas o estrategias que destacamos en este ‘kit’ emocional de primeros auxilios psicológicos.
  • Siéntese durante cinco minutos en su carro, algún espacio de su baño o su clóset para lograr la separación mental que necesita. En silencio y practicando técnicas de respiración profunda aléjese de su pareja, hijos, compañeros de apartamento, de trabajo, amigos o familia.
  • Sumerja su cara en agua fría. ¿Cuál es el efecto? La temperatura “ayuda a contrarrestar esa respuesta simpática al estrés, y ayuda a que el cuerpo baje a un lugar más tranquilo”, dice a SELF Mona Potter, MD, directora médica del Programa de Maestría en Ansiedad de McLean. La sensación de frescura puede ser realmente útil. Otras ideas para cambiar su estado de ánimo son: salpicarse la cara para obtener un efecto similar o darse una ducha fría.
  • Acurrúquese debajo de una cobija pesada para que la presión profunda ayude a reducir la ansiedad, al actuar sobre el sistema nervioso autónomo (ANS) e indique a su cerebro que es hora de relajarse.
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  • Desconéctese de todo. El “doomscrolling” hace más daño del que cree, así que si necesita eliminar Twitter u otra red social para alejarse de las noticias por un tiempo, está bien.
  • Verifíquese. La ansiedad existencial y otros pensamientos o miedos ansiosos pueden hacernos creer cosas que simplemente no son ciertas. Cuando ocurran estos pensamientos intente preguntarse: “¿qué prueba tengo para este pensamiento?” Esto puede ayudarle a separar los peores escenarios de situaciones realistas sobre las que probablemente tenga más control.