Escrito por:  Redacción Vivir Bien
Ene 9, 2024 - 10:28 am

Por: Roger Farías, coach de comunicación, liderazgo y propósito

Ya ha trascurrido una semana de este nuevo año y es momento para crear aquellos propósitos que desarrollaremos durante los próximos meses. Algunas personas hacen su lista de deseos en su cuaderno, otros los plasman en un mapa de sueños que ven constantemente en una cartelera, varios realizan rituales o agüeros decembrinos e incluso muchos simplemente los mantienen en su mente. ¿Cuál es la mejor estrategia?

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Antes de planear nuevas metas, es importante que nos reconozcamos y aplaudamos nuestro esfuerzo por aquellas que ya cumplimos y, asimismo, analizar qué acciones tuvimos para que estas se llevaran a cabo; no siempre debemos arrancar por juzgarnos o lamentarnos por las que se quedaron en el tintero. El siguiente paso es evaluar cuáles han sido aquellas que no hemos logrado y finalmente revisar qué faltó de cada uno de nosotros para que estas se hubiesen materializado.

¿Les dediqué el tiempo suficiente? ¿Tuve la disciplina necesaria? ¿Cuáles dependían 100% de mí y en cuáles requería apoyo? ¿Alguna empresa o agente externo influyó en una decisión final? ¿Dejé que la suerte decidiera por mí? ¿Creo que si no se cumplieron fue porque no me convenía o porque Dios lo quiso así? ¿Estoy aún pensando en mis errores, desaciertos o elecciones? ¿He estado atado a alguna situación dolorosa del pasado? ¿Creo que si lo intento podría fallar de nuevo? ¿Abandono fácilmente un objetivo porque no se cumplió durante un corto tiempo? ¿Qué tanta energía y enfoque le imprimo a mis sueños? ¿Cuál fue la principal limitación, barrera o condición a la hora de alcanzarlas? Preguntas como estas nos van a permitir encarar y observar detenidamente qué podríamos hacer de manera diferente para que durante 2024 las logremos definitivamente. 

Hay que tener presente varios aspectos. El primero; comprender o recordar que los seres humanos somos creadores por naturaleza: pensamos, hablamos, comunicamos, planeamos, ejecutamos y ponemos en acción todas nuestras herramientas y costumbres según nuestros valores, miedos, pasiones y aprendizajes; razón por la cual en muchas ocasiones tenemos resultados similares o repetitivos. Sin embargo, podemos hacer un cambio en nuestro juego y tomar decisiones que nos alejen de la misma rutina de siempre, y de una vez por todas, nos lleven a ganar. 

El segundo, reconocer que creamos realidades cuando estamos en grupo, equipo, familia y sociedad, pues somos seres sociales.  Por más que a veces queramos desconocerlo, al cumplir un objetivo requerimos de otro(s) ser(es) humano(s): son los demás quienes nos dan un “sí” en una oportunidad laboral, en una relación de pareja, en un proceso de admisión escolar, en la obtención de una visa, en la solicitud de un préstamo, en la consecución de un cliente, en un trato o cierre de venta o sin ir tan lejos, al pedir un favor o para salir de fiesta, a cine o a compartir un fin de semana entre amigos. Y para que logremos nuestras más grandes metas, debemos darnos el “sí” a nosotros mismos; tener una seguridad tan invaluable, que podamos persuadir a los demás de manera ética, respetuosa, responsable y coherente por más difícil que sea el camino.

Y el tercero, es vital tener en cuenta que no basta con ser talentosos en un área del conocimiento, profesión o habilidad determinada, pues solemos enfrentar ciertos retos o desafíos cada vez que tenemos una dificultad y nadie va a venir a descubrir nuestras destrezas; somos nosotros quienes debemos tocar la puerta y demostrar en cualquier contexto o escenario que somos la mejor, o por lo menos, una excelente opción. Las relaciones interpersonales son la base de toda gran meta. 

Así que, para cumplir todos y cada uno de los propósitos que tienes propuestos para este año que acaba de comenzar, es esencial crear una ruta que te lleve a los lugares y resultados que te mereces. ¿Qué o quién es tu motor de vida? ¿Qué pasaría o qué consecuencia tendrías si no los cumples? ¿Alguna vez has permitido que tu bolsillo elija por ti? ¿Te has sentido aburrido o agobiado por tanta carga laboral o educativa y no te estás disfrutando el proceso? ¿Crees que estás tropezando con la misma piedra? ¿Piensas que eres mejor que muchos que están en el lugar en el que tú deberías? ¿Actúas según tus emociones o estados de ánimo? ¿Te mueves y te adaptas con el cambio o por el contrario te resistes a las circunstancias o dificultades? 

Si te sentiste identificado con varias de las preguntas anteriores, es allí donde precisamente debes trabajar: requieres hacer introspección (reflexión) para poder avanzar en la construcción de un plan a partir de metas específicas (claras), medibles (con avance y evidencia tangible), posibles (realizables), relevantes (importantes y significativas), fechadas (con día, mes y año) y que te ayuden a maximizar tu situación actual.

Redáctalas en primera persona (Yo me prometo), verbo en infinitivo (terminado en ar, er o ir) con (familia, amigos o pareja si aplica) a (destino, empresa o lugar) y fecha exacta. Posteriormente, pensarás en cuál es la barrera que estás traspasando al llevarlas a cabo y por qué las estás creando. 

Estos son algunos ejemplos para cinco metas durante el 2024:

  • “Yo me prometo viajar con mis padres a Lima-Perú el jueves 1 de febrero de 2024. La barrea que estoy traspasando es: ‘No puedo’. Estoy creando esta meta porque quiero viajar fuera de mi país. El primer paso es tener mi pasaporte la próxima semana”. 
  • “Yo me prometo comenzar a estudiar inglés el 1 de febrero de 2014. La barrera que estoy rompiendo es: ‘No soy bueno para los idiomas’. La estoy creando porque estoy dispuesto a ampliar mis conocimientos, tener mejores oportunidades laborales y viajar a Canadá en enero de 2025. Ya he invertido bastante dinero en cursos y esta vez lo aprovecharé”.
  • “Yo me prometo bajar 10 kilogramos de peso para el viernes 1 de marzo de 2024. La barrera que estoy rompiendo es: ‘No soy disciplinado’. La estoy creando porque estoy comprometido a sentirme mejor y a estar saludable. Siempre empiezo una dieta o ejercicio y los abandono fácilmente, pero esta vez sí lo haré”.
  • “Yo me prometo crear mi propio negocio online el lunes 4 de marzo de 2024. La barrera que estoy rompiendo es: ‘No soy capaz de emprender’. La estoy creando porque estoy dispuesto a generar recursos residuales a partir de mi talento”.
  • “Yo me prometo comprar un carro (nombrar la marca y color) antes del sábado 1 de junio de 2024. La barrera que estoy traspasando es: ‘No tengo suficiente dinero’. La estoy creando porque merezco tener un nuevo estilo de vida y transportarme a diferentes lugares y ciudades con mi familia”.
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Tus propósitos serán cumplidos teniendo en cuenta la calidad de tus hábitos, relaciones, acciones y emociones. A pesar de ciertos inconvenientes que puedan presentarse, saldrás victorioso siempre y cuando te comprometas con lo que te propusiste. No se trata simplemente de ´querer´, es cuestión de ´Ser´ para ´hacer´ y luego ´tener´.

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Cómo cumplir objetivos para 2024

Imagina como si estuvieses de pie y mirando fijamente hacia el horizonte. Ese horizonte representa tu blanco, tu fin o tu objetivo; es el punto al cual vas a apuntar. Te encuentras en un punto A y debes llegar a ese punto B. A lado y lado se encuentran los detractores (personas) y distractores (objetos, rutinas, hábitos o redes sociales que hacen parte de tu día a día). En medio de este gran recorrido se hallan rocas, arenas movedizas, lodo, semáforos y otra clase de obstáculos con los que tendrás que lidiar. ¿Crees que tus metas se mantendrán intactas y podrás finalmente celebrarlas o por el contrario tendrás más sueños inconclusos por falta de acción o por circunstancias económicas u otras realidades, excusas o inconvenientes que tú mismo podrías llegar a generar? 

Finalmente, puedes crear metas a corto (3 meses), mediano (6 meses) y largo plazo (12 meses), aunque la cantidad de meses o semanas pueden cambiar según tus posibilidades y teniendo en cuenta la calidad o urgencia de cada una de ellas, ya que podrías alcanzar una en tan solo 15 días. Lo importante es que te muevas verdaderamente como si no hubiese un mañana.

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