La pareja de esposos contaron a The New York Times que un día regresaron al hotel y se percataron de que su mascota no estaba en la habitación.

Al parecer, Katie logró abrir la puerta y huyó del lugar porque se asustó al escuchar los rayos de una tormenta, indicó el mismo medio.

A pesar de que la zona está rodeada de bosques y extensos campos, la familia no se dio por vencida y emprendieron una intensa búsqueda.

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Para ello, la pareja compró gafas de visión nocturna y cámaras de rastreo de animales que se activan automáticamente cuando sienten movimiento. También, colocaron por la zona sus camisetas sudadas y trozos de la comida favorita de Katie, indicó el medio estadounidense.

De hecho, Carole renunció a su trabajo para dedicarse tiempo completo a la búsqueda de su perra.

Finalmente, la familia King recibió una llamada en la que le informaron que vieron al animal en el patio trasero de un hotel.

“Estaba llorando, la sostenía y la envolví con un abrazo de oso”, recuerda Carole al mismo medio.

Según el medio estadounidense, la perra estaba deshidratada y había perdido 5 kilos, por lo que fue traslada a una veterinaria.

A continuación, el video del conmovedor momento en el que Katie se reencuentra con Verne: