El Telescopio espacial Hubble logró capturar un suceso inusual: anillos de luz o “ecos de luz” que se extienden por el espacio después de la explosión de una estrella. Cuando una estrella explota, explicaron astrónomos de Dublín, Barcelona, Aarhus, Nueva York y Garching en un comunicado, envía su “intenso” estallido de luz en todas las direcciones.

Lo particular de lo que captó el Hubble es que, en ocasiones particulares, en los meses y años siguientes, los “ecos de luz” de la explosión se extienden desde la posición original de la supernova. “El telescopio espacial Hubble revela ecos de luz espectaculares asociados con la supernova de envoltura desnuda 2016adj en el carril de polvo icónico de Centaurus A”, manifestaron los investigadores, en un estudio publicado esta semana en la revista The Astrophysical Journal Letters.

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Lluis Galbany, del Instituto de Ciencias Espaciales de Barcelona, y coautor del estudio, indicó “la onda expansiva de esta fuerte explosión de supernova se propaga a más de 10.000 kilómetros por segundo. Antes de esta onda expansiva se da un intenso destello de luz emitido por la supernova, y esto es lo que está provocando los anillos en expansión que hemos podido ver”.

Esta supernova, denominada SN 2016adj, se vio por primera vez en 2016 y hace parte de la galaxia Centaurus A, situada entre 10 y 16 millones de años luz de la Tierra. “Durante cinco años y medio, los astrónomos observaron el área alrededor de la supernova después de que se desvaneciera lentamente”, explicaron a través de un comunicado.

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¿Cómo entender este fenómeno? Stephen Lawrence, de la Universidad de Hofstra, Nueva York, explicó a través de un comunicado que: “Una buena analogía cotidiana es imaginar el final de un espectáculo de fuegos artificiales: el brillante estallido de luz de un proyectil al final del espectáculo encenderá el humo de proyectiles anteriores que aún persisten en el área.”

Lawrence añadió que, al comparar una serie de fotografías tomadas durante varios minutos, se puede medir y comparar información relacionado, no únicamente con la explosión como tal, sino con otros datos o momentos.

Hasta el momento, en la galaxia Centaurus A, se han observado cuatro ecos de luz distintos producidos por cuatro capas de polvo diferentes. El conjunto de datos para SN 2016adj ofrece la detección más temprana de emisión de eco de luz asociada con la explosión de una estrella. En este caso particular, los astrónomos midieron las emisiones 50 días después de la supernova.

”Las supernovas son de interés, ya que estas explosiones cósmicas producen muchos de los elementos pesados, como el carbono, el oxígeno y el hierro, que forman nuestra galaxia, las estrellas y nuestro planeta”, añadió Galbany.