Un grupo de periodistas locales fueron los que hicieron el descubrimiento sobre la estatua de Jesús de Nazaret, de unos 50 metros de alta. Estos se percataron de que había algo raro en la corona y mediante el uso de drones quisieron investigar, como reporta Sputnik News.

Uno de los periodistas decidió ponerse en contacto con el proveedor en busca de explicaciones, y este le confirmó que los transmisores les proveen acceso a Internet a los habitantes de los pueblos cercanos.

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Además, como añade el mismo medio, este representante se rehusó a dar detalles sobre el contrato, pero explicó que la iglesia del pueblo necesitaba Internet para mantener su servicio de videovigilancia.

Incluso, se atrevió a explicar que el acuerdo es legal y hasta el momento las autoridades no se han pronunciado.