Aparentemente, las consolas no estaban protegidas con contraseña ya que eso permite a los administradores de Google Kubernets (un servicio de nube) manejarlas con mayor facilidad y, por lo tanto, así se pudo instalar y hacer correr el software que permitía la acción, como relata Mashable.

No se conoce con exactitud qué tipo de programa se utilizó para llevar a cabo esta instalación, pero se cree que no debe ser muy diferente a Coinhive, uno que se instalaba en los computadores de personas corrientes.

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Por otra parte, sí se conoce que los hackers se encargaron de ser mucho más ‘silenciosos’, ya que borraron todas sus huellas ocultando la dirección IP del servicio de minería a través de otra plataforma y mantuvieron las CPU en consumo bajo para evitar ser detectados. El equipo de seguridad de Tesla ya logró aislar el suceso y comentaron que no afectó el sistema en los vehículos ni que supondrá un riesgo en el futuro.

Cabe mencionar que minar criptomonedas se denomina como ‘cryptojacking’ y significa que el hacker toma control de un computador, celular o tableta insertando un código para que, cuando se visite una página, esta genere criptomonedas. También se utiliza la capacidad de procesamiento de los equipos para hacer esta tarea y generar monedas de forma secreta, según explica Infobae.