Primeras vacunas que arribaron a Colombia fueron estandarte para que los cánones del periodismo, que se enseñan en las aulas universitarias, tristemente recogieran ejemplos visuales, sonoros, textuales e iconográficos de como se difuminaron los principios que definen la concepción informativa: objetividad, veracidad, imparcialidad y claridad. Show de la industria de la comunicación rompió los criterios de la noticiabilidad, parámetros que permiten valorar si un acontecimiento puede o no convertirse en un hecho de trascendencia.

Si bien es inobjetable la importancia del episodio, y ameritaba contar lo que se viene, no es menos cierto que faltó cubrir con mesura y equilibrio, sin ridiculizar e inflar, el hito histórico que significa para el país recibir el insumo mínimo de dosis para iniciar un plan de vacunación, tardío, que debe ser ininterrumpido si se quiere cumplir con el objetivo de masificación.

Narración de la aproximación y aterrizaje del avión, caravana por la 26 –del Aeropuerto El Dorado a la Zona Franca–, custodia permanente a las afueras de la bodega, minuto a minuto del traslado a las regiones, entre otros, sumado al lenguaje utilizado, rayan el límite de la objetividad para la construcción de realidad en el imaginario colectivo. Especulación que reinó pretendía maximizar la llegada de vacunas comparando a Colombia con Australia y Nueva Zelanda, construcción de verdades a medias que hacen daño, señala craso error del ejercicio periodístico y no dimensiona un país que se aproxima a los 60 mil fallecidos, y tiene importante número de contagios diarios, con naciones que solo reportan 909 y 26 muertes, respectivamente, y han demostrado coraje y gallardía política para blindar a sus naciones y hacer frente a la coyuntura que ha planteado la pandemia a los gobernantes.

Detalles significativos, palabras y datos de un hecho real que tiene aristas en el pasado, presente y futuro de la nación da innumerables factores de trabajo para el cubrimiento de una larga labor que espera a los colombianos. Elaboración de la información, que pide llenar maratónicos espacios de radio y televisión o cumplir con cuotas de impacto en los escenarios sociales de las plataformas digitales, diluye el criterio profesional para reconocer que no todos los acontecimientos tienen el potencial para convertirse en noticia. Banalización de los eventos, aunado a los compromisos políticos y económicos de la empresa informativa, fracturan la interacción que debe existir entre el medio, los periodistas y la opinión pública para determinar cuidadosamente los derroteros de acción y el valor periodístico e informativo del material que será emitido.

Relato de hechos que da fuerza a la actuación profesional en medios impresos, radio, televisión y plataformas online no permite observar un ejercicio ético que, de una clara distinción entre los acontecimientos puros, la opinión y la interpretación que circunda el espectáculo patriótico que montó el gobierno con la llegada de las vacunas y fue secundado por los medios de comunicación. Recepción del 0.1% de las inoculaciones que los colombianos necesitan distante está de la apuesta de Ministerio de Salud y Protección Social que planeó aplicar 337.000 dosis a lo largo del mes de febrero; politiquería barata que debe ser contrastada por el lente fiscalizador del periodismo que tímidamente evidencia la negligencia de un gobierno que, por su parquedad operativa, se ubicó en los últimos lugares para recibir las vacunas y tiene a Colombia en el top 12 de países más golpeados por la pandemia. 

Agenda informativa conjunta debe ser construida con transparencia, sin dar nada por supuesto, y distante de los intereses ideológicos de caudillos políticos y cacaos económicos; estrategia de unidad que permita recuperar un tiempo perdido que cobrará réditos en el futuro de Colombia. Ser de los últimos en empezar a vacunar en Latinoamérica retrasa los planes de reactivación de una sociedad muy golpeada por la crisis económica, con  13,4 % de desempleo, y el señalamiento global de ser uno de los países que peor manejó la pandemia en el mundo. Construcción de la realidad pide de los medios de comunicación el cumplimiento de su compromiso social con la verdad, seguimiento de los hechos y acompañamiento a la implementación del proceso de inmunización ciudadana a gran escala.

La noticia constituida en espectáculo denota que los profesionales de la comunicación no han asimilado que el confinamiento delineó la necesidad de transformarse y pensar diferente, reinvención de rutinas productivas para revitalizar la agenda de consumo informativo de las audiencias inmersas en los dispositivos de pantalla; incorporación de narrativas, lenguajes, discursos en el que convergen imágenes, sonidos, vídeos, textos, galerías o transmisiones visuales. Cambio operativo de la empresa informativa colombiana permitirá reconocer una gama de contenidos, off y online, que integran de manera dúctil a la prensa, la radio y la televisión en una mediamorfosis que los revitaliza e integra a una cadena de consumo 360º; apuesta de contenidos que da vía a una cultura creativa que se acomoda a las exigencias del mercado e impone una estrategia de ver ahora, compartir ya, para ampliar su penetración en el ecosistema mediático.

La cultura en que vive el mundo hoy moldea la relación del sujeto con los medios que usa, estrategias de interacción que influye en lo que piensa y el cómo se comporta el colectivo social. Panorama desde el cual los medios configuran sus estrategias diferenciales de poder como industria, como mercado y como reguladores de un proceso comunicativo en el que es necesario desplegar unas tácticas para llegar a los usuarios. Nuevo esquema de motivación y decisión para aproximarse a la lectura, audición y visualización de propuestas mediáticas; uso, apropiación y consumo de artefactos, medios y plataformas por parte de un usuario ávido de satisfacer necesidades de relación y reconocimiento. Interiorización del entorno en el que la industria mediática se reinventa y diversifica para posicionar la marca del medio en las necesidades de consumo de la audiencia; efecto de redundancia del mensaje que de manera sutil conduce al público a ejecutar una acción proyectada.

Esfuerzo de la empresa periodística por desplegar tácticas que le permitan mantener el estatus informativo responden al comportamiento migratorio de las audiencias, dispuestas a ir casi a cualquier parte en busca del tipo deseado de experiencias de entretenimiento. Sinergias de conexión de la industria y sus contenidos con los usuarios llama a una reingeniería funcional que atienda las expectativas de la audiencia moderna y dé visibilidad al medio como un referente de consulta y consumo. Simbiosis de nuevos modelos de comunicación desde divergentes modos de narrar los datos, los hechos, las ideas y opiniones desde la instantaneidad, bidireccionalidad, multidireccionalidad, interactividad, hipertextualidad y participación. Alteración de la relación, lógica de operación que proyecta contenidos para ser procesados por la audiencia desde la información y el entretenimiento. 

Transformación de la concepción de mundo, comprensión y reconocimiento de sectores sociales aislados, relación y visibilidad de la penetración de una cultura algo compleja por su organización y la reconfiguración de las instituciones, los roles y las prácticas de saber y poder; subjetividades y colectivos sociales que emerge interpretaciones o necesidades desde la inteligencia colectiva: aumento de las capacidades cognitivas de las personas y grupos, de la percepción, de la memoria, de las posibilidades de razonamiento de aprendizaje y de creación. El escenario pide crear procesos y acciones que aborden los problemas de la sociedad de hoy, aprendizaje de contextos que proponen un replanteamiento al accionar inmediatista de los medios de comunicación y las estrategias comunicativas que se emplean. 

La producción, circulación y apropiación de los productos comunicativos requiere tener como base los pilares de la sociedad del conocimiento: acceso e información para todos, libertad de expresión y diversidad lingüística. Las rutinas productivas asumen un nuevo modelo de negocio del ecosistema mediático que exige dominar lenguajes, narrativas y plataformas en las que se expone un contenido, pero a su vez se conversa con el público, nueva forma de actuar. Los seguidores de un medio, una marca y un periodista han dejado de manifiesto que la obligación no es contar historias sino poner en contexto esas noticias, los significados e implicaciones para los usuarios. Ejercicio de ponerse en los zapatos del otro y ser respetuoso, teniendo siempre presente los criterios éticos del ejercicio periodístico.

 

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Escuche aquí el podcast de la columna la ‘Llegada de las vacunas contra COVID-19: ¿noticia o espectáculo?’

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*Las opiniones expresadas en este texto son responsabilidad exclusiva de su autor y no representan para nada la posición editorial de Pulzo.