Los poemas de Neruda me acompañaron desde la infancia, y fueron mis salmos durante mi adolescencia. A Isabel Allende la leo desde mi juventud, si, desde que ‘La casa de los espíritus’ (1982) cautivó mi voraz imaginación.

Leí después ‘De Amor y de sombra’, luego la desgarradora historia autobiográfica de su libro ‘Paula’ (1994), la deliciosa historia de ‘La hija de la fortuna’ (1998) en el último rincón de Chile, y la anacondiana ‘La ciudad de las bestias’ (2002),  novelas que terminaron de dar inicio a mi amor por la literatura chilena amor que llegó al clímax con Roberto Bolaño y ‘Los detectives salvajes”.

En mi primer viaje a Chile asistí a un concierto de Madonna en Santiago y en aquella ocasión tuve oportunidad de conocer paisajes maravillosos y probar vinos inigualables en viñedos de ensueño. Este primer viaje me reveló una cultura abierta al extranjero y ávida de progreso. Y, como si fuera poco, para completar la historia de amor con Chile, trabajo hoy en día en una compañía de origen chileno con personas que le hacen honor a un país al que honraré siempre por contribuir a enriquecer mi existencia.

La obra de Isabel ha sido clasificada como el “post realismo mágico, “postboom” o novísima literatura. Su figura y obra han suscitado odios y amores profundos. A manera de ejemplo, la escritora mexicana Elena Poniatowska la metió en el mismo barril con Ángeles Mastretta (‘Arráncame la vida’ y ‘Mal de amores’)  y Laura Esquivel  (“Como agua para chocolate”) y dijo que las tres «entran en la literatura como fenómenos comerciales y hacen literatura femenina»- sigo sin entender el comentario peyorativo de Elena acerca de la literatura femenina- y Roberto Bolaño dijo de ella en 2002 – digo yo que antes de su evolución literaria-: «Me parece una mala escritora, simple y llanamente, y llamarla escritora es darle cancha. Ni siquiera creo que Isabel Allende sea una escritora, es una “escribidora”»

Así que nos encontramos frente a una escritora polémica, con una obra llena de altibajos – quienes la leemos reconocemos que tiene novelas y cuentos muy buenos y otros no tanto-, lo cual no le quita mérito a los libros buenos.

Los últimos escritos que he leído de ella son ‘El amante japonés’ (2015), la apasionante historia de una anciana en un hogar geriátrico en San Francisco, que revela la existencia de campos de concentración para japoneses en USA y toca temas como la soledad, la eutanasia, la discriminación y el desarraigo, en reflexiones hoy por hoy tan vigentes; leí también ‘Mas allá del Invierno’ (2017), una sosa novela de un trío de personajes cuyas historias no pude cohesionar jamás y terminé completamente decepcionada  – como me ha pasado con los últimos libros de Vargas Llosa-. Sin embargo este año Plaza & Janés anunció una novela de Allende, relacionada con el barco Winnipeg, con la presencia de Pablo Neruda y refugiados republicanos españoles. Esta combinación hizo que dejara atrás mis juicios y decepciones. Y el balance es sumamente positivo.

El libro toma el nombre de un bello poema de Neruda llamado ‘Cuándo de Chile’, que justamente empieza con estos bellos versos: “Oh Chile, largo pétalo de mar y vino y nieve/ ay cuándo/ ay cuándo y cuándo/ ay cuándo me encontraré contigo…”, y hace referencia a ese país al que llegarán los protagonistas en lo que, para ellos, será un destino lejano y esperanzador.

Al terminar la Guerra Civil española, en febrero de 1939, el ex-embajador republicano español en Chile, Rodrigo Soriano, solicitó al Gobierno chileno asilo para refugiados españoles republicanos que se encontraban en campos de concentración en Francia y España viviendo en condiciones infrahumanas. El presidente chileno Pedro Aguirre Cerda y el canciller Abraham Ortega responden afirmativamente y nombran a Pablo Neruda de quien se conocía su simpatía por la causa republicana a través de su poemario “España en el corazón” (1937),  como cónsul especial para la inmigración republicana española, enviándolo a “escoger” un grupo de  aproximadamente 2.000 republicanos españoles. Los criterios de selección de dichas personas han sido cuestionados por la historia, y de ello da cuenta el libro de Isabel, en el que la pareja protagonista debe casarse por conveniencia, solo para lograr ser admitida en el barco.

Isabel nos relata en el video de lanzamiento de su libro en Casa América que desde pequeña, en la casa de su abuelo, conoció la historia del barco y cuando tenía 18 años y trabajaba para la ONU su jefe Carmelo Soria -después asesinado durante la dictadura chilena- le había comentado esa travesía épica. Posteriormente, estando Isabel exiliada en Venezuela – su familia debió emigrar a raíz del golpe de estado contra Allende- conoció a Víctor Pey, cuando éste estaba exiliado por idénticos motivos a los de Isabel, por segunda vez en Venezuela.

Pey, ingeniero, profesor y empresario español, fue director del diario Clarín y consejero del presidente Salvador Allende y uno de los que llegó en el Winnipeg junto con sus hermanos, su madre, su hermana y su cuñado. Partes importantes de la vida de Victor las toma prestadas Isabel para contar la vida de Victor Dalmau, uno de los protagonistas del libro, como el cruce de la frontera de España a Francia, o como aquel episodio en donde Dalmau esconde en su casa a Neruda y a su esposa Delia Del Carril dada la persecución a los dirigentes comunistas iniciada con la Ley de Defensa Permanente de la Democracia («Ley Maldita») en 1948 durante el gobierno de González Videla, o como el segundo exilio en Venezuela, episodios que en la realidad vivió Pey.

El Winnipeg era un paquebot mixto, de bandera francesa, que estaba adecuado para llevar no más de 100 pasajeros bien acomodados, pero que se modificó por el Servicio de Evacuación de Refugiados Españoles (SERE) para que pudiera albergar a más de 2.000 personas. El Winnipeg zarpó del puerto fluvial de Paulliac el 4 de agosto de 1939, navegó por 30 días, llegando finalmente la tarde-noche del 2 de septiembre al puerto chileno de Valparaíso.. Al día siguiente, 3 de septiembre (ad portas del estallido de la segunda guerra mundial) a las 9 de la mañana, comenzó el descenso de los pasajeros.

El libro de Isabel relata el recibimiento del que fueron objeto los refugiados, con canciones e himnos republicanos y socialistas, y nos narra las reflexiones a favor y en contra de su llegada: el acontecimiento que significó para Chile el arribo de estos españoles que terminaron incorporándose a la cultura del país que les abrió sus puertas.

La pareja protagonista la conforman el joven aprendiz de médico Víctor Dalmau – en honor a Victor Pey-, junto a la esposa de su hermano muerto en la Guerra Civil española, la pianista Roser Bruguera, quienes se ven obligados a abandonar Barcelona, exiliarse y cruzar los Pirineos rumbo a Francia. En París, Victor tiene noticia de la misión de Neruda y acude al poeta para finalmente ser uno de los privilegiados seleccionados para viajar en el barco, junto a Roser quien, estando embarazada, debe convertirse en su esposa, evento de conveniencia que marcará además el ritmo de toda la novela. Los Dalmau, como sucedió en la vida real con los exiliados del Winnipeg y sus descendientes, se integrarán en la vida social y económica del país durante varias décadas hasta el golpe de Estado que derrocó a Salvador Allende, primo del padre de la autora, y amigo de Víctor Dalmau -como en la vida real lo fue de Víctor Pey- por su común afición al ajedrez. Víctor y Roser regresarán entonces a una España a la que sienten que ya no pertenecen, pasarán por Venezuela, para finalmente devolverse a Chile en donde transcurrirá el final de sus vidas.  La historia de un desarraigo tras otro, de un exilio tras otro.

Los temas recurrentes en los últimos libros de Isabel florecen en esta novela y habla de ellos con esa propiedad que solo le puede dar la vivencia en carne propia: la migración, los refugiados y su adaptación al exilio, el desarraigo, la ayuda la complicidad, el amor maduro, la amistad, la lealtad, los desastres del catolicismo en las sociedades de antaño.

Según la Agencia Literaria Carmen Balcells, “Isabel Allende ofrece una emotiva indagación de los lazos sentimentales que se pueden forjar en el exilio prolongado cuando uno se pregunta cuál es su tierra, si aquel mítico e irrecuperable territorio de la juventud o el lugar donde arraigan nuevos e inquebrantables afectos.”

‘Largo pétalo de rosa’ es una cándida reflexión a título de ficción histórica, sobre lo que podría constituir el verdadero amor en medio del desarraigo: los protagonistas hacen juntos una vida y es solo ya maduros que descubren, a raíz de todo lo que han vivido, un enamoramiento que no habían descubierto de jóvenes.

Un libro en el que magistralmente se entremezclan grandes acontecimientos y personajes de la Europa y América latina del siglo XX con las pequeñas vidas de los personajes que componen la historia. Un libro que evoluciona como la vida misma con un final hermoso: el cierre de todos los ciclos, ese cierre que todos quisiéramos hacer antes de la muerte.

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