y que muchos de ustedes recordarán por la exitosa película homónima de 2016 protagonizada por Emily Blunt y dirigida por Tate Taylor, vuelve con un thriller audaz, inteligente y desafiante, de esos cuyo capítulo siguiente llama a ser leído como un imán apenas se termina el capítulo que se está leyendo. Su nombre: “A fuego lento”.
Desde el principio del libro intuimos que se trata de algo que se cocinará a ese ritmo. La expresión inglesa “slow fire”, nos cuenta Hawkings desde el inicio del libro, se refiere al “proceso por el cual el papel de los libros se vuelve quebradizo con el tiempo a causa de la acidificación. El ácido procede del papel mismo, que contiene las semillas de su propia destrucción en las fibras que lo forman.”
Paula nació y creció en Harare, Zimbabwe, y es hija de los británicos Glynne y Anthony “Tony” Hawkins, éste último profesor de economía y periodista económico de The Times. En su infancia y adolescencia, leyó con pasión a Agatha Christie, y, de seguro esa influencia es una de las tantas que disfrutamos en su obra. Cuando tenía 17 años, viajó a Londres (1989) y estudió Ciencias Políticas y Economía en el Keble College de Oxford. Durante más de 15 años ejerció el periodismo, tanto en la sección económica de “The Times”, como de forma independiente para varias publicaciones. Uno de sus primeros libros, en tono de comedia, lo hizo para asesorar financieramente a las mujeres y se llamó “The Money Goddess”.
De 2009 a 2015, Hawkins publicó cuatro “chick lits” – una especie de novelas románticas de estilo feminista – con el seudónimo de Amy Silver. Cuando decide publicar bajo su propio nombre e incursionar en el mundo de los thrillers psicológicos, es cuando logra un renombre y un éxito inesperados para ella misma. Su popularidad llegó cuando en 2015, publicó “La chica del tren” (The Girl on the Train), libro que estuvo más de cien semanas consecutivas en el top del “New York Times”, y que logró más de 27 millones de lectores en más de 50 países, convirtiéndola en la escritora de “domestic noire” más leída del mundo.
Hawkings fue elegida por la BBC como una de las mujeres más influyentes del año, entrando a hacer parte de BBC 100 Women 2016. Y lejos de estancarse frente a la fama inesperada, publicó en 2017 “Escrito en el agua”. Este y el thriller anterior fueron premiados con el Goodreads Choice Award en la Categoría Misterio y Suspense en los años en que fueron publicados.
En la obra de Hawkings podemos encontrar influencias de Agatha Christie, de Margaret Atwood, Liz Moore, Tana French, Megan Abbot, Kate Atkinson, Pat Barker, Louise Welsh, Cormac McCarthy…y a nivel cinematográfico, del gran Alfred Hitchcock. Así que imagínense lo que tenemos por delante….
El estupendo libro que acaba de lanzar a nivel mundial Editorial Planeta constituye su séptima novela, la tercera bajo su nombre verdadero, una historia en cinco voces, que comienza con el cruento asesinato de un hombre en una barcaza en Regent´s Canal, en Londres – la autora vive en dicha zona londinense. A partir de este asesinato se van desvelando las vidas de cinco mujeres: Carla, Angela, Laura, Myriam e Irene y la del esposo de la primera, Theo. Sus vidas están marcadas por tragedias personales que van erigiendo un mundo entrelazado de construcciones y deconstrucciones familiares que llevan a pequeñas desventuras y que, al final, desembocan en un asesinato – y hasta dos, si se quiere – cuya explicación solo conoceremos al final del libro. Y nunca, nunca, la explicación será total, algunas cosas las intuiremos, pero tendremos la certeza de que sucedieron así, tal como Paula hace que las percibamos.
Cuatro de las mujeres, Laura, Karla, Myriam y Angela, tienen un rasgo en común que comparten con Rachel, la protagonista de “La chica del tren” y es que, tal como nos indica Elena Ramírez, editora internacional de ficción de Planeta, toman decisiones con una carga emocional que no pueden gestionar. Irene es distinta: a pesar de ser la vecina entrometida de Angela, es tal vez la más racional de todas. Así que la única que toma malas decisiones en la novela, no es solo Laura, aunque ésta última si es la articuladora inconsciente de todo este embrollo.
Hawking pone el foco en las personas que sufren y, en especial, en las mujeres que sufren en su propio hogar, mujeres vulnerables, mujeres en riesgo: las fallas de las dinámicas familiares. Y por eso su domestic noire no es el tradicional, porque sus thrillers no suceden necesariamente en contextos domésticos, sino más bien en el día a día, en la cotidianeidad, con ausencia de espías, o de asesinos en serie, pues al final siempre se trata de asesinos que podrían bien ser nuestros esposos, padres, hijos, amigos.
Hawkings empezó a escribir la novela en el otoño de 2017, después de la gira de su también exitosa “Escrito en el agua” (Planeta, 2017) con un solo personaje: Laura. Una chica con un pasado doloroso en el que tuvo un terrible accidente y sufrió dos terribles traiciones de parte de quienes debían soportarla y apoyarla en un momento tan difícil, una chica errática con comportamientos problemáticos debido a su desinhibición originada en ese accidente cerebral. Laura es vulnerable, sí, pero a la vez es de una fuerza inusitada, una luchadora que ha tomado decisiones pésimas en la vida pero que jamás pierde su optimismo a lo largo de la novela.
Miriam, es una librera vengativa, fría e impotente, que ha sufrido un trauma en su adolescencia y ha sido objeto de un fraude en su adultez – justamente cuando se decide a contar su historia – y que solo busca ser reparada, así sea haciendo justicia por propia mano. Carla, por su parte, hermana de Angela, madre del hombre asesinado, ha tenido una tragedia personal insuperable y, en comparación con Miriam, Carla si ha intentado hacerlo bien, aunque su matrimonio con Theo haya sido un desastre. Angela, por su parte, un personaje que apenas es un fantasma en la novela, ha sido alejada de su familia, ha descubierto una realidad dolorosa que la vuelve alcohólica y trata de lidiar hasta el ultimo día de su vida con ello. Se encuentra con una gran vecina-amiga que es Irene, quien será su apoyo y clave en el desenlace de la novela…
Los perfiles sicológicos de cada uno de los personajes parten de su descripción física, pero sus rasgos físicos y de apariencia en general, son solo eso, un punto de partida, de donde jamás se podrá deducir la verdadera naturaleza de cada uno. El libro explora las consecuencias de guardarse secretos que debían salir a la luz y explora las razones que pueden llevar a una persona que ha sufrido… a entrometerse, a robar pero, sobre todo, a matar.
El relato es de un ritmo trepidante. Ayudan los capítulos cortos. El trasfondo periodístico de la autora aporta la emoción en el trasegar, y le permite dar unos insólitos pero verosímiles vuelcos al relato. Su novela desafía nuestra inteligencia, pues no podemos parar de indagar en todos los personajes para averiguar quién es finalmente el – o los – personajes asesinos. Solo debo confesar que la novela me atrapó a tal punto que, por una semana seguida, puse el despertador a las 4 am, solo para levantarme a leer y tener la mente alerta con tal de gozarme la lectura sin cansancio y sin afanes laborales… y así poder adivinar en cada capítulo el final de la historia.
*Las opiniones expresadas en este texto son responsabilidad exclusiva de su autor y no representan para nada la posición editorial de Pulzo.
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