Comparte con sus amigos, sus vecinos, sus ex novias, su familia, sus conquistas de Internet y toda esta exposición, digna de una socialité, lo ha transformado en un corazón tan popular que nunca camina solo.
Se enamora con facilidad y vibra sin mucho esfuerzo. Al corazón sociable lo puedes encontrar en un evento de empresa, en una cena de familia o haciendo compras para sus amigas con las que practica algún deporte o afición a series.
Es el clásico corazón que no descansa y que está conectado con su inigualable capacidad oral. Para este corazón es tan importante quedar con sus amigos o con esas nuevas conquistas, como contárselo a sus colegas. Para él vivir es seguir conquistando, conectando y vibrando en ese latido infinito que lo puede convertir en un chico adorable, entretenidísimo, o también en un auténtico rompecorazones.
Lo bueno de que comunique todo lo que le ocurre, es que estará siempre compartiendo sus sentimientos, aunque muchas veces le cueste distinguir lo que es un corazón leal y entregado de otro que sólo está ahí para jugar. Sale y se entrega sin pensar si vale la pena o no, si tiene sentido iniciar una relación o no, o si la compatibilidad es importante en su búsqueda.
Lo negativo es que su vida está en la aprobación social y en lo que puede narrar. Se guarda poco para él y es a través de sus amigos o familiares que termina de vivir sus experiencias, haciéndolo poco prudente o quizá el menos indicado para guardar secretos, o esas confesiones de personas nuevas. Su extrema lealtad la ha jurado a sus familiares y amigos, no a sus múltiples conquistas.
Este es el corazón que llama Julia a Cristina o que te interroga como un periodista en búsqueda de primicia, pero luego no te vuelve a llamar ni a contestar los whatsapps.
El corazón social reflexiona poco sobre lo que hace, quizá porque no le destina tiempo a pensar sobre por qué ha salido con esa cita, o por qué sigue soltero, si sale con muchas personas a la vez.
Consejo para el corazón social:
+ Menos es más (aplica para todo en tu vida a partir de ahora)
+Una cita que repites es una cita que te va a permitir ahondar en lo que te conecta a otra persona
+El silencio y la meditación pueden ser herramientas de gran ayuda cuando tengas tiempo libre
Puedes empezar a tener un corazón social que se conoce mejor y se puede volver exigente. Así tus citas te darán mejores resultados y no serán una sucesión de nombres, edades y deseos caóticos que te pueden dejar vacío.
Si quieres una manzana, pero sólo te llegan peras es porque ya no te vale cualquiera.
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