El Chombo no es un YouTuber. El Chombo no es un magistral productor musical. No. El Chombo es un genio. Así de simple. Su nombre es Rodney Clark y es el personaje que estuvo detrás de canciones como ‘El gato volador’ o ‘El meneito’. Canciones que, gusten o no, fueron palos mundiales. Pero este espacio es para hablar de tecnología y no de música.

Así que, desmenucemos un cuento interesante. El Chombo, en la práctica, es un exitoso youtuber. El productor musical creó un canal en YouTube en el que hablaba sobre música y le compartió al mundo su potente e inconfundible voz. Bien: este canal no es popular, es de culto. Yo que no soy muy ducho en temas musicales aprendí hasta la forma en que la tecnología cambió esta industria. 

Recientemente, El Chombo tuvo un pico de popularidad por un video en particular. Resulta que el hombre planteó una tesis poderosa: el cuarto de hora del reguetón había pasado. Ardió Troya, literalmente. Llegaron reacciones hasta del Vaticano, pero el hombre no solo se sostuvo, sino que, además, incrementó abismalmente su número de seguidores.

Ahora el tema coyuntural. En su último video, El Chombo anunció que se retira de YouTube. No sabemos si de forma temporal o permanente. ¿La razón? La forma como monetiza el querido Google los videos que se publican en su plataforma. De hecho, el caso de El Chombo puede ser paradigmático.

Todos sabemos que Google monetiza billones de dólares con la publicidad en YouTube. Lo que no todos sabemos es cuándo y cómo ganan dinero los creadores de contenido que, al final de cuentas, son los que ponen la materia prima. El tema es un tanto complejo de explicar. Pero al final: el ganador siempre es el gigante monopólico.

Básicamente, el creador de contenido sube un video completamente gratis a YouTube. Si el contenido tiene buen resultado, muchas vistas y los consumidores lo ven completo, pues Google les paga. El problema es que para que Google pague tiene que superar unos topes mínimos. Topes que nunca han sido claros. Mejor dicho: pagan según el marrano.

¿Qué pasó con El Chombo? El hombre no tenía intención de monetizar su canal. Sin embargo, recibió una comunicación de YouTube en la que informaban que su canal, por ser exitoso, tendría más anuncios, pero que él no recibiría ningún pago. Les dije: YouTube paga según la figura y no existe, al menos yo no conozco, un estándar de cómo, a quién, cuánto y por qué pagan.

La foto grande dice que, YouTube cambió los términos y condiciones para los creadores de contenido desde el 1 de junio. Mejor dicho: cambió la letra chiquita. En sus nuevos contratos dice: “Derecho a monetizar: Concedes a YouTube el derecho a monetizar tu Contenido en el Servicio. Dicha monetización puede incluir la aparición de anuncios en el Contenido o junto a él, o bien el cobro de una tarifa a los usuarios para acceder al Contenido. Este Contrato no te da derecho a ningún pago”.  

De nuevo: los monopolios como Google ganan con cara y ganan con sello. El Chombo no se aguantó el tema y decidió retirarse. Pero miles de creadores de contenido se enfrentarán a la disyuntiva de irse o quedarse en YouTube. Ser youtuber dejará de ser un negocio rentable.

Ah, una cosa adicional: con los nuevos términos y condiciones de YouTube a los usuarios de a pie nos empujarán al YouTube prémium a punta de miles de anuncios cada vez más invasivos. Así son los monopolios.

Dejo una pregunta ¿Desde cuándo los Estados se cogobiernan?

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