Uno de los tres policías secuestrados en Tibú, Norte de Santander, el miércoles 28 de diciembre, se contactó con su esposa, Nury Yazmín Camargo, tras ser retenido por el frente GAOR 33 de las disidencias de las FARC, según le contó el mismo uniformado a su compañera.

La esposa del intendente Javier Oswaldo Villamizar le reveló a Noticias Caracol que recibió una llamada “a las 4:05 de la tarde, cuando él me llamó a informarme que estaba secuestrado”.

El uniformado le dijo a su compañera “que estaba bien, que le estaban respetando sus derechos y no me dio más información, no me ha vuelto a llamar”.

El intendente Villamizar y los otros dos policías secuestrados en Tibú habían recibido unos días de permiso para pasar el Año Nuevo con sus familias.

Según Nury, se empezó a preocupar cuando el sistema de GPS que tiene la moto de su esposo “empezó a marcarme una ubicación estática y de ahí no avanzaba, ya más de dos horas y media”.

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El intendente Villamizar tenía permiso de estar con su familia hasta el 4 de enero.

La esposa de uno de los policías secuestrados en Tibú afirmó que “él no está bien de salud, tiene una afectación de rodilla. (…) No puede caminar largos trayectos, no puede trepar, no puede correr, debe estar tomando analgésicos para el dolor”.

La Policía informó el miércoles a través de un comunicado que, en coordinación con la Personería de Tibú, adelanta “todas las acciones necesarias para lograr cuanto antes la liberación de los funcionarios” y que se han desplegado “todas las capacidades institucionales” para dar con el paradero de los uniformados.

Asimismo, se ha instalado un puesto de mando unificado (PMU) para dar seguimiento a la situación.