La historia la relató Jacqueline Castillo, representante de la asociación de Madres de falsos positivos, en entrevista con Pulzo, y dijo que ocurrió en Boyacá.

Castillo aseguró que estos hechos se registraron en Aquitania, y que se enteró gracias a denuncias que le llegaron luego de que la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) presentara un informe en el que registra una cifra de 6.402 casos de asesinatos de los mal llamados falsos positivos.

Ahorita después de este resultado, de los 6.402, hemos vuelto a tener mensajes y llamadas de personas que, por temor, no denunciaron. Me llamaron que todavía hay casos en Soacha sin denunciar, del sector de Engativá, me llamaron de Pasto, de los Llanos Orientales y de Boyacá”, aseguró Castillo.

Precisamente en este último departamento, según Castillo, hay una historia que sería desconocida sobre el asesinato de varios integrantes de una misma familia.

“En Aquitania, de una misma familia fueron cuatro personas. Dentro de ellos, había uno que todavía estaba en el Ejército, y no valió que él dijera: ‘Venga, yo soy compañero de ustedes’. Ni siquiera valió su clamor, y también fue asesinado”, dijo la mujer, en diálogo con Pulzo.

La denunciante contó que así como estos casos hay “muchos más” que, cree ella, no estarían documentados, y por eso considera que la cifra de asesinatos a manos de miembros de las Fuerzas Militares podría superar los 10.000.

“Sí, totalmente, estamos seguras que vamos a superar los 10.000”, vaticinó.

La representante de las Madres de los falsos positivos dijo que ese informe de la JEP ratifica lo que ellas han denunciado durante más de 12 años, y es que estos crímenes “no fueron casos aislados” sino algo “sistemático”.

Este es el relato que entregó Castillo sobre crímenes que involucran a militares y que no se habrían denunciado.