La tutela la elevó el profesor Jorge Galeano, en favor de la Universidad Nacional, pues argumentaba que la Fiscalía General y el fiscal 21 seccional contra organizaciones criminales habían vulnerado, supuestamente, su derecho al buen nombre y a la honra.

Esto, en relación a lo que quedó plasmado en un principio de oportunidad que le dio el ente acusador a Natalia Trujillo, involucrada en el atentado al centro comercial Andino y que ahora será testigo a favor de la Fiscalía en el proceso contra los demás vinculados.

“Al verificar los elementos materiales allegados en el presente trámite, se logra establecer que las afirmaciones realizadas por el delegado fiscal al interior del documento […] en ningún momento pueden ser tomadas como estigmatizantes, y menos aún con la entidad suficiente para menoscabar las alegadas garantías fundamentales“, dice el fallo, que publicó Caracol Radio.

Y es que el docente alegaba que se afectaba la imagen del plantel, y por ende la de él, cuando la Fiscalía afirmaba que “la señorita Trujillo Novoa conoce cómo se encuentra dividida la estructura del Eln en esa Alma Mater”, pues la joven se graduó como abogada en la Universidad Nacional.

“La tutela no debe ser procedente, el accionante esta construyendo argumentos sobre lo que pasó en una audiencia sin siquiera revisarla, con los recortes del periódico llega a conclusiones que no corresponden, y, además, porque en ningún momento dentro de este proceso se mencionó el nombre del accionante, como para que se obligue a la Fiscalía a rectificar respecto de él, si no es parte en el proceso”, se lee en el documento.

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Si bien se dijo que el fiscal general, Francisco Barbosa, no había avalado el aparte incluido por el fiscal del caso, por lo que había sido eliminado del documento, la mención de la universidad desató una oleada de cuestionamientos en contra del organismo acusador.

Este fue el anuncio que hizo el docente cuando estaba redactando la tutela.