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El 11 de abril del 2022 el Juzgado Primero Penal del Circuito de Conocimiento de Armenia decretó nulo el preacuerdo de aceptación de cargos de Néstor Jaime Montoya Berrío, extesorero del Fondo de Empleados de la Universidad del Quindío, porque no reintegró el 50 % del desfalco a la entidad en el que participó.
El tratado se había hecho dentro de la actuación penal por las conductas delictivas de hurto agravado y acceso abusivo a sistema informático adelantado en contra del imputado.
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Pero el juez decretó la nulidad de lo actuado por un error de la Fiscalía, que anunció imputaciones por caso Odebrecht, por no dar aplicación al artículo 349 del código de procedimiento penal para acceder al beneficio de una rebaja en la pena y garantizar el pago del excedente.
La judicatura devolvió las diligencias al ente acusador con el propósito de garantizar el debido proceso a las víctimas representas por el gerente del Fondo de Empleados de la Universidad del Quindío, José Fernando Jaramillo Cadavid.
Contexto
Néstor Jaime Montoya Berrío, extesorero del Fondo de Empleados de la Universidad del Quindío, admitió que desfalcó a la organización en $770.725.264 a través de medios informáticos.
Según la delegada de la Fiscalía General de la Nación, FGN, fue de suma importancia la entrega del material probatorio por parte del fondo, ya que a Montoya Berrío solo le quedó el camino de aceptar los cargos de hurto agravado y acceso abusivo del sistema informático de la entidad.
De acuerdo a la denuncia, en el área de tesorería del Fondo de Empleados de la Universidad del Quindío, Montoya Berrío aprovechándose de la confianza depositada, a razón del cargo que desempeñaba como asistente de operaciones de tesorería y ahorro del fondo, por medio de su usuario, y el de otros de sus compañeros, accedió, pasando por encima de sus funciones, y violando el sistema de software alteró y manipuló los registros de saldos en caja y movimientos de módulos de contabilidad y cartera del sistema.
El escrito de acusación también detalló, que este ciudadano se apoderó de dineros de los empleados de la Uniquindío, hasta llegar a $770.725.264
A este descubrimiento llegaron las autoridades tras el informe de arqueo de caja general, realizado el 11 de septiembre de 2020, que permitió establecer que no coincidía el saldo registrado en el sistema con el efectivo de caja con una diferencia de $769.799.211; posteriormente, en la indagación del 14 de septiembre del 2020, las autoridades evidenciaron un faltante de $326.053 y para el 22 de ese mismo mes, faltaban $800.000, cifras que en total llegan al monto denunciado como desfalco.
La Fiscalía, a la que hacen plantón por caso de joven que cayó de un taxi, y uno de los investigadores de la Seccional de Investigación Criminal, Sijín, encontraron que el robo de este dinero se presentaba a través de la manipulación de movimientos contables de registro de ingresos y salidas.
El objetivo de Montoya Berrío era que no fuera detectado el real faltante de dinero en caja bajo su custodia, hecho que “lesionó el bien jurídico tutelado por la ley como es el patrimonio económico del Fondo”, explicó el fiscal.
La modalidad de hurto empleada por el extesorero es detallada por las autoridades como ‘jineteo’ a las cuentas de la entidad, ya que mucho antes del 2010, de acuerdo con el resultado de las investigaciones, ocultó, borró y modificó los registros contables que afectaban el saldo en caja general. Tomaba el dinero, alteraba los registros, usaba los dineros en actividades desconocidas, y luego los regresaba, para lo cual tenía que volver a borrar y modificar registros que afectaban el saldo de caja.
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