Era muy activa en su Instagram y en Facebook, pero sobre todo en la universidad de la que se graduó, en 2016, como comunicadora social y periodista.
“Era dedicada a su carrera. Muy juiciosa en su trabajo. Amaba la universidad de La Sabana y en la universidad la amaban porque era una joven alegre y carismática”, recordó Roa en esa emisora.
Eso es fácil de evidenciar, pues desde que María Andrea comenzó a estudiar compartió la mayoría de su tiempo en la institución. Incluso, antes de terminar su carrera profesional (en 2015) empezó a trabajar en el área administrativa.
“Actualmente se desempeñaba como Coordinadora de Internacionalización de la Escuela Internacional de Ciencias Económicas y Administrativas”, confirmó La Sabana en un comunicado.
“Era una mujer muy sencilla, superalegre, supergenerosa. Pertenecía a un círculo social alto, pues su papá era muy reconocido, pero ella era muy sencilla, a diferencia de sus muchas amigas […]. Se reconocía por compartir con todo el mundo”.
Eso recordó la reportera de Blu Radió, que estudió durante toda la universidad con María Andrea.
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Frente a la versión de que la muerte de la comunicadora estaría relacionada con un episodio natural, Roa dice que la familia descarta esa posibilidad porque “María Andrea era una joven, de 25 años, muy saludable. Hacía ejercicio”.
“Ellos creen que se trata de envenenamiento y, obviamente, están indignados por esta hipótesis de muerte normal, muerte natural, pues para la familia no es válido”, agregó la joven en la emisora.
Mientras se resuelve la investigación y los exámenes revelan las verdaderas causas de la muerte de María Andrea, todos la quieren recordar con la tranquilidad que irradiaba y que se refleja en la siguiente galería de fotos.
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