Desde hace unos meses atrás, en redes sociales se viralizaron videos y denuncias de taxistas sobre una mujer que, al parecer, no les pagaba el servicio. Después, se conoció que la señalada también omitiría pagar cuentas en restaurantes y hoteles a los que visitaba, pese a ser confrontada por quienes la expusieron y hasta la Policía; por ahora, sigue libre.

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Incluso, hasta omitiría pagar el pasaje del bus. En las últimas horas se destapó cuál era la identidad la acusada: se trataría de Daniela Alzate, de 31 años, oriunda de Medellín, Antioquia.

Ahora, la familia de Alzate decidió pronunciarse ante la cantidad de señalamientos contra la mujer y dio a conocer que Daniela tiene un trastorno bipolar que hace oponerse a seguir algún tratamiento médico o asistir a un centro de reposo mental.

“Ella no acata las reglas. No cumple con las directrices de un hogar. Ya no puedo vivir con ella. He llorado. Estoy desesperada. Cuando me pide comida, le doy, le lavo la ropa…”, indicó una familiar de la mujer, en declaraciones recogidas por El Tiempo.

Cabe destacar que, los pacientes que atraviesan por este trastorno pasan por diferentes estados de ánimo, por ejemplo, como manía, felicidad o irritabilidad, explica el Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH, por sus siglas en inglés).

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Entre los detalles que la pariente de Daniela Alzate contó, destacó que a ella le habían perdido el rastro aproximadamente hace un año, y que eso llevó a su familia a interponer una denuncia por desaparición. Además, señaló el por qué las autoridades, quienes la han confortado por las acusaciones en su contra, no la han arrestado.

“La Policía no la captura porque sus delitos son de menor cuantía y en los centros de salud mental tampoco la reciben para internarla. Estoy desesperada y me siento sola; vivo con el temor de que le hagan algo a ella o a mi familia”, indicó.

Finalmente, relató brevemente cómo ha sido la vida de la mujer: “Los papás de Daniela fueron asesinados cuando ella tenía dos años, vivían en Puerto Berrío. Ellos dejaron una herencia que fue mal administrada y se les acabó. Ahora es como si Daniela quisiera recuperar lo que alguna vez tuvo. Yo solo le pido a Dios que ella no dé con alguien bien malo o intolerante. Vivo con la incertidumbre porque a veces paso mucho tiempo sin saber de ella“, añadió.