Le solicitan a las autoridades que investiguen y judicialicen al responsable.

En diálogo con Q’HUBO, Duber Ney Zamora, miembro del Comité de Convivencia de la unidad residencial, reiteró que el hecho afectó las relaciones interpersonales del lugar puesto que algunas personas hacen señalamientos y culpan a otros.

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“La Policía muy diligentemente acudió al llamado, pero queremos que la Fiscalía y el Grupo Gelma se apersonen de los casos para que con pruebas en mano identifiquen y judicialicen al agresor porque es un delito. Yo no tengo gaticos, pero me duele el hecho porque me contaron que uno sufrió mucho. Queremos que haya justicia y verdad”, dijo.

“El gatico salió en la madrugada, casi al amanecer. A las 8 de la mañana, el gatito llegó a la sala del apartamento chillando de manera aterradora. Lo miramos y tenía las pupilas dilatadas. Corrí para donde un veterinario que vive en el conjunto y él me dijo que lo llevara a una veterinaria”, expresó la mujer que cuidaba a Mono, uno de los animales muertos. 

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Añadió, que corrió con él a una veterinaria, donde lo dejaron hospitalizado, pero lastimosamente a las 11 de la mañana le informaron que había muerto. Según el testimonio, la mayor parte del tiempo el animalito estuvo muy exaltado. Mono tenía apenas cuatro meses y recién había sido adoptado. El reporte de la clínica fue que la muerte ocurrió por posible envenenamiento.

La otra víctima fue Rayita, un gato de avanzada edad que también fue adoptado. Rayita fue hallado sin vida en el parqueadero del conjunto.

Aunque los hechos ocurrieron en diferentes días, las personas creen que el agresor es el mismo. Recordaron que hace unas semanas, otro gato resultó golpeado y con una patita partida. 

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