El general (r) Mendieta contó que los guerrilleros lo tenían siempre encadenado y que una vez le dieron un laxante a cambio de un jarabe para la tos, solo para burlarse de su condición.

“Pedí un medicamento para la tos, me dijeron: ‘tómese la cucharada que este es un jarabe para la tos’. Me dio una diarrea tremenda, lo que me habían dado era un laxante”, afirmó Mendieta ante el tribunal, mencionado por Noticias Caracol.

Por último, afirmó que los marranos tenían mejores condiciones que los secuestrados, porque a los animales les permitían tres horas de agua, mientras que a ellos solo 3 a 5 minutos.

Estaba allí encadenado, con una diarrea y no me permitían salir. Muchas veces amanecí como los niños: cagado, orinado, por estos problemas médicos que tuve y ante la total indiferencia de atención médica por parte de las Farc”, indicó el general Mendieta ante el tribunal.

Exsecuestrados

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Por su parte, el exgobernador del Meta, Alan Jara, secuestrado en 2001, confesó que prefería estar en la jaula de alambre de púas, porque les quitaban las cadenas.

“ Yo estuve en doce jaulas distintas y una de ellas era tan pequeña que no cabíamos los 34 que estábamos allí. Y ante las dificultades mi distracción fue contar las tablas y dividirlas por el número de secuestrados”, comentó Jara, mencionado por RCN Radio.

El exgobernador aseguró que sufrió de paludismo y que esa enfermedad  no le permitía caminar en línea recta, además de perder temporalmente la visión en el ojo derecho.

“Sin tener acceso a un médico, uno se imagina lo peor. En libertad me dijeron que era desprendimiento del vítreo”, comentó Jara.

Para el miércoles 24 de octubre, se tiene prevista la visita de la excandidata presidencial Íngrid Betancourt, para que entregue su testimonio sobre su secuestro.