Y todo comenzó por un comentario que hizo Cabal en Twitter, favorable a Brett Kavanaugh, que se posesionó en la Casa Blanca como nuevo juez de la Corte de Estados Unidos, pese a las denuncias por acoso sexual, y también auspicioso a Jair Bolsonaro, el candidato ultraderechista que pasó a segunda vuelta en las elecciones de este domingo en Brasil.

Hasta ahora, Bolsonaro tiene aterrados a muchos sectores progresistas por las frases que ha dicho, entre ellas, unas relativas a la homosexualidad, recogidas por el portal Infobae. En 2011, dijo en una entrevista a Playboy: “Sería incapaz de amar a un hijo homosexual. No voy a responder como un hipócrita, ante eso, prefiero que un hijo mío muera en un accidente”; y en televisión, en entrevista con el periodista Danilo Gentile, sostuvo: “El 90 % de los hijos adoptados (por parejas homosexuales) van a ser homosexuales y se van a prostituir, con seguridad”.

Y también ha expresado sus ideas relacionadas con temas de género, como en abril del año pasado en el Club Hebraica, en donde dio su particular explicación de por qué, de sus cinco hijos, una fue mujer: “Fui con mis tres hijos, el otro fue también, fueron los cuatro. Son cinco hijos, pero la quinta vez me dio una debilidad. Fueron cuatro hombres, la quinta vez me descuidé y vino una mujer”. En marzo pasado, en una entrevista en la que le preguntaron si aumentaría la participación de mujeres en funciones públicas, respondió: “No es una cuestión de colocar cuotas de mujeres porque sí. Tenemos que colocar gente capacitada. Si colocan mujeres porque sí, voy a tener que contratar negros también”.

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Pese a todo ello, y a otras manifestaciones de carácter político en las que Bolsonaro declara su simpatía por las dictaduras y la tortura (en declaraciones a emisoras de radio brasileñas, dijo, por ejemplo: “Estoy a favor de la tortura y tú sabes que lo estoy” y “El error de la dictadura fue torturar y no matar”) o se muestra claramente a favor de la violencia (en un discurso de campaña en Rio Branco, dijo al referirse a los integrantes del Partido de los Trabajadores: “Vamos a fusilar a los petistas de Acre. Ya que les gusta tanto Venezuela, vamos a obligarlos a irse para allá”), la senadora Cabal anticipó que estaría feliz con su victoria.

De inmediato, Pedro Santos, reconocido activista gay, la inquirió en la misma red social y la retó a aclarar si, como Bolsonaro, “también prefiere un hijo muerto a uno homosexual”.

Cabal no le respondió directamente, y mejor optó por decir que los comentarios de Pedro Santos “son típicos de progresistas” como él, de quien también dice que es un “muchachito” que “se cree con más  derechos que los demás por ser gay”, y le pide que le demuestre que Bolsonaro ha dicho lo que, efectivamente, dijo en medios internacionales.

Para algunos analistas, como Darío Arizmendi y Darcy Quinn, de Caracol Radio, este cruce de tuits entre la senadora uribista y el hijo del embajador uribista en Estados Unidos es muestra del incremento del “fuego amigo” en el interior de ese partido.