Si bien Luis Colmenares admite que ese tipo de productos son una mezcla de ficción y realidad, que son cosas que le resultan inevitables y que no puede impedir, dice que lo único que pide, “porque se trata precisamente de una situación que se relaciona con nuestro hijo, es que nos den la oportunidad de decir que vayan a las pruebas que están en el expediente”.

“Se van a basar en el libro de Jaime Monsalve [‘Nadie mató a Colmenares’]”, dijo, y se preguntó ¿quién es ese autor? “Una persona que me llama a Semana cuando estaba vinculado a esa revista, habla conmigo durante cuatro o cinco días, le aporto una cantidad de elementos donde se demuestra el crimen de Luis, pasan dos o tres meses y termina publicando un libro donde su única prueba fue haber bajado al caño”, le dijo Luis Colmenares a Vélez.

“Ese es el título, pero en el fondo lo que dice, porque yo no lo he leído, y las personas que lo leyeron ya me lo han dicho: lo que él [Monsalve] induce allí, a dejar en el pensamiento, es que Luis se suicidó”, lamenta Colmenares.

“Yo hago una pregunta: ¿desde el punto de vista de la decisión de Netflix, quién me garantiza a mí que fue una decisión discrecional de Netflix y que no haya sido eventualmente inducido económicamente a que lleve a cabo esa serie, sobre todo, cuando muy próximamente el Tribunal Superior de Bogotá se va a pronunciar?”, agregó Colmenares.

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En ese sentido, Vélez introdujo una observación: “El libro y la serie de Netflix pueden cometer el gran error de darle punto final a una cosa que todavía está en proceso y que puede cambiar la percepción de la gente frente a este caso. Construyen una manera de ver la historia”.

¿Tiene miedo de que tanto el libro como esta serie de Netflix tengan motivaciones editoriales alimentadas por la otra cara de la moneda? ¿Tiene evidencias de lo que sospecha o sugiere?, le preguntó a Luis Colmenares.

Y el padre del joven muerto respondió: “Yo no es que tenga evidencias, pero por eso es que digo que esa sospecha la puedo tener. Póngase a pensar en lo siguiente: revise todo el aparataje económico que hubo necesidad de mover para que se defendiera el caso de Laura Moreno y Jessy Quintero: traen un antropólogo de Madrid, a una señora de Puerto Rico, a un señor que trabajó en la fiscalía de Estados Unidos, contratan a una serie de profesionales muy reconocidos, de odontólogos, de hidrólogos, de ingenieros, más el aparataje jurídico de abogados que contrataron ¡cuatro! Contra nosotros, sin un peso”.

De acuerdo con Luis Colmenares, “la gente cree en el país que así como ellos tienen todo el dinero del mundo, suponen también que con respecto a mí las cargas económicas son iguales. Mi patrimonio es mi conocimiento. Lombana nunca ha cobrado un peso en m i casa. Por el contrario: en algunas ocasiones, él, de sus propios recursos, ha asumido el costo de algunas cosas que se han tenido que llevar a cabo, porque no tenemos esa capacidad”.

“¿Entonces, eso no me puede llevar a mí también a que se pueda mover una empresa como esa para que haga un planteamiento que induzca a cambio de una opinión, y que  la planteen ya como absoluta?”, se preguntó.