Una bochornosa y delicada situación denunció este jueves la periodista de Caracol Radio Darcy Quinn, al asegurar que el Gobierno está haciendo llamadas a algunos alcaldes y gobernadores para que desaceleren el ritmo de vacunación contra el coronavirus.

“Hablé con varios que me pidieron omitir su nombre por el momento, porque no quieren tener problemas con el Gobierno”, dijo Quin en su tradicional sección de ‘Secretos’. “Pero sí están recibiendo llamadas de algunos miembros del Gobierno donde les piden lo siguiente:”.

Que no vayan tan rápido, más o menos. Que no sean tan eficientes en el tema de la vacunación, que vayan más despacio porque no quieren que se les acaben [las vacunas]”, aseguró Quinn.

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Según la periodista, a algunos de esos alcaldes y gobernadores “ya se les acabaron las vacunas”. De hecho, solo este jueves se supo que, por la escasez de vacunas en Medellín, en esa ciudad algunas IPS decidieron suspender la aplicación de las dosis en ancianos.

La EPS Compensar, una de las más grandes del país, también informó que canceló miles de citas porque no hay dosis disponibles. Dijo a sus afiliados que no será posible vacunarlos en las próximas semanas, hasta que lleguen más lotes de vacunas al país.

De acuerdo con Quinn, a esos alcaldes y gobernadores “les han pedido desde el Gobierno que no hablen con los medios de comunicación y que no les digan que se les acabaron las vacunas, porque no quieren que se genere un caos; [no quieren] que la gente empiece a reclamar. Un poco lo que ha venido pasando”.

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“Pero me parece muy grave que les estén pidiendo a algunos alcaldes y gobernadores, cercanos, amigos, a los que se les puede hablar, porque hay otros a los que no se atreven a decirle nada”, precisó la periodista.

“¡Vergonzoso! ¡Vergonzoso!”, dijo, por su parte, Gustavo Gómez. “Es una especie de operación tortuga para que no se noten los malos resultados, porque las vacunas no están llegando. Nadie duda de la eficiencia en el momento de aplicar las vacunas, porque ha funcionado, porque está registrado que da buenos resultados, pero si la gente no tiene las vacunas, lo que está pasando entonces es que, por supuesto, el Gobierno se preocupa de que empiece a quedar en evidencia”.

“Exacto: bajémosle a la eficiencia, vacunen más despacio, no dejen que los medios ni que la gente sepan que se les acabaron las vacunas porque no queremos generar esa sensación y ese caos”, resumió Quinn. “A mí también me parece gravísimo”.

Varios minutos después, seguramente después de una llamada de alguien del Gobierno, Quin se ratificó en sus afirmaciones y dijo que no iba a dar las identidades de sus fuentes.