La reforma a la salud rompió la coalición de Gobierno de Gustavo Petro. El expresidente y jefe del Partido Liberal, César Gaviria, publicó un comunicado en el que se apartó por completo de la construcción del articulado asegurando que no fue posible conciliar con la Casa de Nariño sobre ese proyecto de ley.

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“El Partido Liberal ha tomado la decisión de apartarse de la construcción del proyecto de ley de reforma a la salud liderado por el Gobierno Nacional”, sostuvo Gaviria en un comunicado de una página.

¿La razón? En palabras del líder de la colectividad roja: “En las últimas conversaciones con el presidente de la República, la ministra de Salud y sus equipos técnicos observados que estas líneas (rojas), base de cualquier acuerdo, no se han plasmado en la escritura de un articulado de ponencia del proyecto de ley”.

Y es que los liberales venían haciendo comentarios sobre cuestiones técnicas de la reforma a la salud como el diseño institucional, el modelo mixto de aseguramiento, no limitar la participación del sector privado, mantener la libertad de elección de los usuarios dentro del sistema y evitar la politización de los recursos públicos en este.

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No obstante, la versión del partido a punta a que los reparos que han hecho al Ejecutivo sobre el contenido de la reforma a la salud no se han materializado en la construcción de un documento real para que sea tenido en cuenta en el debate del Capitolio.

Los tradicionales llevaban seis semanas negociando el articulado con el Gobierno y ya habían manifestado sus desazón con que las extensas conversaciones que han tenido con Petro y Corcho no estén todavía consolidadas en una nueva propuesta de articulado.

Es tal el debate interno sobre esa queja Liberal que este martes, antes del pronunciamiento del expresidente Gaviria, el presidente del Senado, Roy Barrreras, se había referido al tema asegurando que los comentarios de los partidos serían incluidos en el marco de los debates.

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En todo caso, ya la disidencia Liberal se consolidó y con esa determinación el articulado presentado por la ministra de Salud, Carolina Corcho, queda solo con el respaldo firme de los congresistas del Pacto Histórico, mientras que el Conservador y La U siguen dentro de la mesa de negociaciones con el Ejecutivo pese a sus objeciones sobre el texto.

En ese escenario, las versiones sobre el futuro de esa iniciativa son dispares. El Gobierno sostiene que las conversaciones avanzan al 99 % y que solo hace falta poner los acuerdos dentro del texto, entre tanto, desde el Congreso el presidente del Senado, Roy Barreras, urgió a los ponentes a presentar las ponencias de la iniciativa para poder avanzar en su trámite legislativo.

El Gobierno necesita convencer a los congresistas de las Comisiones Séptimas del Senado y la Cámara de Representantes para poner a andar la reforma a la salud en el Capitolio. La salida del Partido Liberal de las negociaciones pone al Ejecutivo a hacer cuentas, aunque por ahora sigue teniendo las mayorías por el respaldo del Pacto Histórico, el Conservador, la Alianza Verde, La U y otros minoritarios como el Partido Comunes.

Pero, si se llega a bajar otro partido de esas conversaciones, la reforma a la salud terminaría en cuidados intensivos.