En la publicación de Facebook cuenta que ella y su compañera, Isabel Gaviria, fueron víctimas de un ataque de dos vecinas del condominio Sevilla de Cajicá, en el que residen. Dice que Yackeline Hurtado Cabrejo y su hija Angie Ruiz Hurtado fueron hasta su casa en la tarde del pasado domingo, “después de varios hostigamientos por su orientación sexual”.

Perilla relata: “Cuando le informamos a la señora Yackeline Hurtado que se iba a grabar todo su comportamiento indebido, ella me arrebató el celular y su hija, la Sra. Angie Ruiz Hurtado, se me tiró encima ahorcándome, me tiró al piso y me empezó a golpear. A mi esposa le pegaron contra el carro que estaba estacionado en nuestro parqueadero mientras nos gritaban ‘¡lesbianas, enfermas!’ y muchos más adjetivos ofensivos alimentados por su odio y su prejuicio hacia las orientaciones sexuales diversas”.

En la publicación aseguran que sus vecinas han repetido ese comportamiento durante dos años y que no han sido las únicas víctimas, pues la mujer “amedrenta a las personas haciendo alusión a su labor como abogada de extraditables y a su cercanía con delincuentes peligrosos”.

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También denunciaron que cuando la Policía acudió al lugar no cumplió con los procedimientos de forma correcta porque el patrullero que atendió el caso “no le solicitó a una de las agresoras sus documentos, pues la señora Yackeline esconde a su hija en la casa y el patrullero no hace nada al respecto, además de no entregarnos ni la orden para asistir a medicina legal, ni la copia de la diligencia policiva”.

Aseguran que debido a eso no pudieron tomar acciones frente a las autoridades y tuvieron que acudir a la Clínica el Country en Bogotá para ser atendidas. Perilla recibió 4 días de incapacidad y Gaviria uno.

Las mujeres divulgaron un video del momento que quedó registrado en la cámara de seguridad de su casa, junto al relato de los hechos y una reflexión:

“Queremos generar conciencia y apoyar a todos los que hacemos parte de la comunidad LGBTI y que sepan que deben alzar la voz y no permitir que este tipo de situaciones se queden olvidadas e impunes”: Marita Perilla.

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