
El frío que se ha sentido en Bogotá durante los últimos días no es tan extremo como muchos piensan, y mucho menos se debe a una ‘ola polar’. Así lo confirmó el Ideam, que explicó que esa sensación gélida, sobre todo en las noches y madrugadas, se debe a una mayor intensidad del viento, típica de julio y agosto.
(Ver también: Max Henríquez lanza preocupante pronóstico del clima para Bogotá: “Lloverá con ganas”)
Carolina Rueda, jefa de la Oficina de Pronósticos y Alertas del Ideam, explicó que esos vientos propios de esta época del año hacen que se perciba una temperatura más baja de la real: “Paulatinamente, hemos tenido una mayor intensidad en los vientos característicos de este mes de julio y el mes de agosto, que puede influenciar también en este valor”, aseguró.
Aunque muchos bogotanos sienten que el clima está más helado de lo normal, el Ideam señaló que las temperaturas que se han registrado (entre 6,8 °C y 11 °C) son completamente normales para esta temporada. De hecho, no están ni cerca de los mínimos históricos de la capital.




La Alcaldía de Bogotá también compartió esta información a través de su página web, destacando que no hay evidencia de que los sistemas climáticos del hemisferio sur, como los que afectan a Argentina o Chile, estén impactando al país.
“No es cierto afirmar que Bogotá y regiones de Colombia puedan experimentar bajas temperaturas por una supuesta ‘ola polar’ por cambio de estación en países como Argentina o Chile”, recalcó el Ideam.
Por eso, el llamado a la ciudadanía es a no caer en especulaciones que circulan en redes sociales. “Los términos de ‘ola polar’ y ‘frente frío’ se han venido viralizando sin sustento técnico en nuestro país ecuatorial, cuya influencia es indirecta”, concluyó la experta.
Por qué hay tanto viento en agosto en Colombia
Agosto no solo es famoso por sus cielos despejados y mañanas soleadas en Colombia, sino también por sus fuertes vientos, especialmente en ciudades como Bogotá. Aunque muchos lo ven como algo típico, hay razones científicas detrás de este fenómeno.
Según el Ideam, este comportamiento se debe a que durante julio y agosto se presentan cambios en los patrones atmosféricos a nivel regional y global. Específicamente, en esta época hay un fortalecimiento de los vientos alisios, que soplan desde el noreste hacia el suroeste en el hemisferio norte.
Además, en el altiplano cundiboyacense —donde está ubicada Bogotá— los cielos suelen estar más despejados en esta temporada, lo que provoca un mayor enfriamiento durante la noche y un calentamiento más fuerte en el día. Esa diferencia térmica entre el día y la noche favorece la formación de brisas locales y corrientes de aire más intensas.
(Ver también: Alertan a colombianos que tienen planes para el fin de semana por riesgo de tormentas)
A eso se suma que en esta época hay menos lluvias y menos nubosidad, lo cual reduce la fricción del aire y permite que el viento circule con más fuerza.
* Pulzo.com se escribe con Z
LO ÚLTIMO