Escrito por:  Redacción Bogotá
Ene 8, 2025 - 3:04 pm

En 2013, la Alcaldía Mayor de Bogotá, bajo la administración de Gustavo Petro, presentó un ambicioso proyecto: la Plaza de la Hoja, un conjunto de viviendas de interés prioritario en el corazón de la ciudad, destinado a las víctimas del conflicto armado.

(Ver también: Así es la vida en la Plaza de la Hoja en Bogotá; las personas buscan una revancha)

Esta obra, pensada como un ejemplo de integración social y superación de las brechas urbanas, celebraría este 2025 su décimo aniversario, pero las expectativas han quedado lejos de la realidad. Inseguridad, abandono y un deterioro visible son hoy las características predominantes del sector, que se aleja del propósito inicial de mejorar la calidad de vida de los más vulnerables.

Cómo está la Plaza de la Hoja actualmente

La idea original detrás de la Plaza de la Hoja era integrar a más de 300 familias desplazadas por el conflicto armado a un lugar céntrico de Bogotá, con acceso cercano a servicios básicos como salud, educación y transporte. En su inauguración en 2015, el alcalde Petro lo presentó como una “nueva ciudad no segregada”, un espacio donde los pobres podrían vivir al lado de los ricos y acceder a mejores oportunidades sin la barrera de la periferia.

Pero hoy, diez años después, el panorama es muy diferente. El complejo, que al principio destacó por su diseño innovador, presenta un claro deterioro estructural. A pesar de que el proyecto fue entregado parcialmente con 457 apartamentos de 50 metros cuadrados, la promesa de completar parques, canchas deportivas y zonas recreativas no se ha cumplido.

Muchos de estos espacios siguen sin ser entregados, y el abandono se ha hecho evidente. Aunque en sus primeros años hubo esfuerzos por embellecer el lugar con murales y otros trabajos comunitarios, la Plaza de la Hoja se ha convertido en un foco de inseguridad y desorden.

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Cómo es la seguridad en la Plaza de la Hoja

Uno de los mayores problemas que enfrentan los residentes hoy en día es la inseguridad. Las denuncias de hurtos, invasión de apartamentos por habitantes de calle e incluso vandalismo en las instalaciones son frecuentes. La falta de cámaras de seguridad y sistemas de protección adecuados han dejado a los residentes a merced de delincuentes.

En las cercanías del complejo, especialmente en el puente peatonal de la calle 19 y la carrilera del tren, la presencia de habitantes de calle y los altos índices de criminalidad han hecho que la plaza sea percibida como un lugar peligroso. A menudo, el lugar se llena de cambuches improvisados, lo que contribuye a una sensación de inseguridad tanto para los residentes como para quienes transitan por la zona.

Además, otro de los graves problemas que aquejan a la Plaza de la Hoja es el abandono ambiental. La zona, en lugar de ser un modelo de desarrollo urbano, se ha convertido en un vertedero a cielo abierto. La intersección entre la carrilera del tren y la plaza es un punto crítico donde se acumulan grandes cantidades de basura, residuos de construcción y desechos de todo tipo. Los habitantes de calle aprovechan la soledad de la zona para descargar materiales y establecerse en el lugar, contribuyendo aún más al deterioro.

Recientemente, se han registrado casos de volquetas de construcción descargando toneladas de escombros en esta área, lo que agrava el problema de la salubridad. Las autoridades han realizado operativos de recuperación, pero la acumulación de basura sigue siendo un reto. Este espacio se ha convertido en un caldo de cultivo para la proliferación de roedores y otras plagas, lo que pone en peligro la salud de quienes viven en las cercanías.

Qué se está haciendo desde la Alcaldía de Bogotá

A pesar de los problemas, las autoridades distritales no han dejado de intentar recuperar la zona. Recientemente, la Secretaría de Integración Social ha realizado jornadas para ofrecer programas sociales, como atención en salud y educación para los residentes. Además, en diciembre se inauguró un comedor comunitario que atiende a 250 personas, de las cuales una buena parte son residentes d e la Plaza de la Hoja.

Aunque estos esfuerzos son importantes, muchos habitantes del sector consideran que la intervención debe ser mucho más profunda y que el compromiso social y urbano del proyecto debe ser revisado para que se cumpla la promesa de transformar la vida de los más vulnerables de la ciudad.

Diez años después, la Plaza de la Hoja se enfrenta a una realidad amarga. El sueño de un espacio inclusivo y moderno, donde las familias víctimas del conflicto pudieran mejorar su calidad de vida, se ha visto opacado por la inseguridad, el abandono y los problemas urbanos que aquejan al sector.

(Ver también: Así se vive en el edificio “más feo” de Bogotá: grafitis, inseguridad y familias en riesgo)

Aunque la administración local ha tomado medidas para mitigar estos problemas, la falta de una solución integral ha dejado a la Plaza de la Hoja como un ejemplo más de cómo los proyectos urbanos no siempre cumplen con las expectativas de los más vulnerables.

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