
En medio del bullicio del centro de Bogotá, entre la calle 25 y la avenida 26, se alza una de las estructuras más emblemáticas y curiosas de la ciudad: el Edificio Aseguradora del Valle. Con sus 74,44 metros de altura y 20 pisos, esta torre de oficinas no solo es un referente del paisaje urbano capitalino, sino también un hito de la arquitectura colombiana del siglo XX.
Inaugurado en 1972, el edificio fue una obra adelantada a su tiempo, con un diseño que rompía con la rigidez de los rascacielos convencionales. Su característica más llamativa es, sin duda, su forma de rodadero, producto de una serie de retranqueos progresivos en el costado norte que forman una fachada curva, única en la ciudad. Este rasgo ha hecho que muchos bogotanos lo identifiquen fácilmente e incluso lo reconozcan con apodos cariñosos o referencias anecdóticas.
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El edificio fue concebido por un equipo de arquitectos de alto nivel: Roberto Gavanzo Moros, Fernando García Cortés, Bernardo Posse Paredes, en colaboración con la firma ARK. Su construcción, a cargo de Martínez Gómez y ARK, fue hecha en concreto reforzado, una técnica moderna para la época.
Las fachadas del edificio combinan franjas horizontales negras y blancas, en un juego visual que mezcla vidrios oscuros de seguridad con piedra blanca abujardada. Este contraste le da una elegancia sobria y al mismo tiempo lo convierte en un referente visual desde diferentes puntos del centro de Bogotá.
El diseño del edificio responde a su ubicación en un lote alargado en sentido norte-sur, paralelo a la carrera Décima. En su costado norte, se encuentra la plazoleta de La Rebeca, donde reposa la escultura que antes decoraba el desaparecido parque Centenario. Así, el edificio no solo es una obra arquitectónica de valor, sino que también forma parte de un entorno cargado de historia y simbolismo bogotano.
¿Cómo construyeron el Edificio Aseguradora del Valle?
La firma Copre Triana Vargas Roche Ltd fue la subcontratista encargada de levantar la estructura, bajo la supervisión del ingeniero Francisco Gómez Barriga, egresado de la Universidad Nacional de Colombia. Uno de los aspectos más técnicos y admirables del edificio es su cimentación, compuesta por caissons construidos a mano.
Estos caissons fueron excavados mediante anillos concéntricos de concreto que descendieron progresivamente hasta alcanzar el nivel adecuado del subsuelo para asegurar la estabilidad de la torre. Este meticuloso proceso refleja el rigor y la innovación técnica con la que se ejecutó la obra en los años setenta.
¿Qué oficinas quedan en el Edificio Aseguradora del Valle en Bogotá?
Desde su inauguración, el Edificio Aseguradora del Valle ha albergado diversas oficinas y locales comerciales. Los dos primeros pisos están destinados al comercio, aportando dinamismo a la zona y manteniéndose activo durante décadas como centro de actividad financiera, empresarial y de servicios.
Su cercanía con importantes ejes viales como la carrera Décima y la avenida 26, así como su conexión con espacios emblemáticos de Bogotá, lo convierten en un punto estratégico y de alto tránsito peatonal.
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Hoy, más de medio siglo después de su construcción, el Edificio Aseguradora del Valle no solo se mantiene en pie, sino que continúa siendo una pieza destacada del paisaje bogotano. Es un símbolo del crecimiento vertical de la ciudad y del ingenio arquitectónico nacional.
En tiempos donde la arquitectura moderna muchas veces se homogeneiza, esta estructura sigue recordándonos que el diseño también puede ser arte, historia y personalidad. Así, el “rodadero de concreto” del centro bogotano no es solo un edificio: es parte de la memoria viva de la capital.
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