El exministro de Agricultura fue condenado debido a que cuando estaba en el cargo dio vía libre a unos subsidios de Agro Ingreso Seguro que terminaron en manos de poderosas familias y figuras públicas del país, entre ellos, el empresario Juan Manuel Dávila y su entonces novia, Valerie Dominguez, exreina que fue absuelta. 

En primera instancia, la Corte Suprema lo encontró culpable de los delitos de celebración indebida de contratos y apropiación a favor de terceros, y el 3 de julio de 2014 lo condenó a 17 años de prisión.

(Vea también: “Valerie Domínguez recibió el incentivo de manera anómala”: Arias, por Agro Ingreso Seguro.)

Andrés Felipe Arias habló de su experiencia en la cárcel de Miami

Arias Leyva ha estado privado de su libertad desde 2016 (primero en una cárcel de Estados Unidos; luego en el Cantón Norte de Bogotá; y ahora en casa por cárcel) y tuvo la oportunidad de contar sobre su estadía en la cárcel estadounidense en el programa ‘Los Informantes’.

En esta oportunidad Arias relató cómo le encontró sentido al sufrimiento y a su destino mientras estaba encerrado. “Tenía dos opciones: o me echaba a morir o sobrevivía. Si eres víctima te quejas, si eres superviviente actúas”.

El hombre contó que cuando llegó a la prisión de Miami se sentía asustado y triste, pero se encontró con un libro olvidado que fue una luz que le cambió la vida.

“Es una cárcel fuerte, como en las películas y llego a una celda de castigo en donde estás encerrado 24 horas […], cero sol. Pasas por una etapa de ‘shock’, luego una que me dio a mi como de claustrofobia, porque empiezas a pensar: ‘No puedo salir de estas cuatro paredes y mañana va a ser igual’. Luego viene una etapa de mucha tristeza y ahí es donde encuentro ese libro”, explicó Andres Felipe Arias.

‘El hombre en busca del sentido’ de Viktor Frankl, es la historia de un psiquiatra que sobrevivió al holocausto y padeció el hambre, el miedo, el frío, la enfermedad y las muertes diarias en los campos de concentración, pero que entendió que a pesar de todo eso la vida tiene sentido y vale la pena vivirla.

Fueron las páginas que le dieron libertad al exministro durante su cautiverio. “Encontrarle sentido al dolor, leo esto ahí y digo, esta es la clave”.

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Asimismo, habló de que la comida en el lugar es precaria, pero que quiso usar esto como método para aprender a comer moderadamente.

“En el desayuno te dan un cartoncito de leche con una tortica de algo y ya, pero para no comer esa harina que me daban, entonces con el atún que me dejaban comprar hacía como una especie de sopa. El almuerzo es sencillo, un poco de pollo o de pescado, con arroz y frijoles; y en la noche dan una verdura con una sopa o algo”, puntualizó.