El comunicador señaló que eso era una labor “deshumanizante” porque dejan “podrir cuerpos” por no tener un adecuado sistema de refrigeración en el cementerio Serafín, donde se están adelantando las necropsias mientras remodelan la sede principal de Medicina Legal.

Estas fueron las tres publicaciones de Pino:

Medicina Legal le contestó señalando que la labor de sus forenses se adelantaba con el mayor “profesionalismo” y confirmó que la remodelación empezó hace varios meses.

El periodista volvió a poner en el debate público el tema que se conoció en diciembre pasado. En ese momento, varios familiares denunciaron que los cuerpos de sus seres queridos los entregaban en un estado de putrefacción al punto de no poderlos velar en una sala y que a los servicios funerarios les tocaba clausurar los cofres.

Según las denuncias, los cuerpos los dejaban en una especie de bodega sin sistema de refrigeración y en un edificio ubicado en el Barrio Mochuelo de la localidad de Ciudad Bolívar, en el sur de Bogotá, muy cerca del botadero Doña Juana.

Incluso, el sindicato de Medicina Legal aseguró que las condiciones para las necropsias se hacían en condiciones precarias y no había suficiente espacio para almacenar todos los cuerpos que llegaban al instituto.

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Como respuesta a las denuncias, el doctor Carlos Eduardo Valdés, director del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, explicó también en diciembre pasado que el edificio de la avenida Caracas con calle Sexta entró en remodelación porque es muy viejo.

Además, que ya era necesario pues cuando se diseñó, “Bogotá contaba con una población inferior al millón de habitantes y con una cifra de homicidios o de muertes atendidas por Medicina Legal inferior a 3 por día”, mientras que hoy se “superan los 11 millones de habitantes y a diario se realizan entre 18 y 22 necropsias”.

Adicionalmente, desde ese momento Valdés advirtió que las obras de modernización de la sede principal del instituto se tienen proyectadas hasta diciembre de este año.