Aída Merlano recibió quizás la mejor noticia desde que fue deportada a Colombia, pues un juez de control de garantías consideró este martes 9 de mayo que no es necesaria una nueva medida de aseguramiento en una cárcel por el proceso que se le adelanta debido a la cinematográfica fuga que protagonizó el primero de octubre de 2019, cuando se voló en medio de una cita odontológica, según informó Revista Semana.

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La buena noticia que recibió Aída Merlano por su fuga

El funcionario judicial rechazó la petición que hizo la Fiscalía General de la Nación y aseguró que no existen motivos para justificar una nueva medida, pues resaltó la actitud y voluntad que ha tenido Aída Merlano para colaborar con las autoridades en los procesos de corrupción que se adelantan y en los que ella está involucrada, de acuerdo con la revista. 

De igual manera, el juez ponderó la intención de Merlano cuando ella misma fue la que pidió ser trasladada nuevamente a Colombia para responder por sus actos ante la justicia del país. 

“Hay que darle la oportunidad a que no va a ser la misma ciudadana cuando salga de la cárcel. De ninguna manera, en mi concepto, la medida que se ha reclamado tiene posibilidad de considerarse razonable, no responde a los parámetros procesales y no satisface el juicio de necesidad”, expresó el juez en mención.

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Cómo fue que Aída Merlano se le fugó al Inpec 

El día en que se escapó, la excongresista se desplazó en una camioneta del Inpec hasta la calle 116 con carrera séptima, hasta el centro médico La Sabana. Allí se encontró con sus dos hijos y en los videos se ve que despide con un abrazo del odontólogo Javier Guillermo Cely. Después de eso, se cambió de zapatos, se amarró una cuerda a su cuerpo y descendió al primer piso a través de una soga.