El avión, un Boeing 763, tuvo una caída inesperada de 30.000 pies (9.000 metros) por una “irregularidad de presurización de cabina”, explicó la aerolínea en un comunicado, citada por la cadena CNN.

Los pilotos lograron controlar la aterradora situación y, por precaución, aterrizaron en el aeropuerto de Tampa, Florida. Además y afortunadamente no se reportaron heridos, indica el mismo medio.

Las azafatas pidieron calma a los pasajeros durante el incidente, pero el pánico se apoderó de muchos de ellos. “Las mascarillas de aire, las mascarillas de oxígeno cayeron desde la parte superior del avión. Se produjo un caos entre todos”, dijo el pasajero Harris Dewoskin a CNN.

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“Obviamente fue un momento frenético, por lo que los pasajeros a mi alrededor, mucha gente estaba hiperventilando, respirando con dificultad… Fueron entre 60 y 90 segundos aterradores en los que realmente no sabíamos lo que estaba sucediendo. A 15.000 pies en el aire, es un momento aterrador”, añadió Dewoskin.

Otro pasajero, Brandon Tomlinson, estaba tan asustado que comenzó a abrazar a su hijo y decirle a su familia que los amaba, publicó por su parte CBS.

Delta señaló que el avión está siendo evaluado por técnicos de mantenimiento; mientras los pasajeros del vuelo 2353 fueron trasladados en buses desde Tampa a Fort Lauderdale, un trayecto de 420 kilómetros.