De acuerdo con la Oficina Central de Meteorología de la isla, el sismo ocurrió a 18,8 kilómetros de profundidad a las 13:01, hora local, y solo se han reportado seis heridos.

Al terremoto de 6,1 le siguieron dos réplicas de magnitud 4,1 y 3,1, pasados 16 y 31 minutos, respectivamente.

En Taipéi, el terremoto desencadenó el pánico y ha dejado encerrados en ascensores a decenas de personas al sacudir la capital con una intensidad de cuatro puntos en una escala de siete niveles.

Asimismo, un edificio de la capital taiwanesa recibió el impacto del sismo y quedó inclinado, apoyándose sobre otro.

Medios locales informan también de fugas de agua y gas en toda la isla, del derrumbe en varios puntos de la autopista Suhua, que recorre el este de Taiwán, y del cierre temporal del aeropuerto internacional de Taoyuan.

Los expertos isleños predicen numerosas réplicas en los próximos días, incluida una de magnitud mayor de cinco, pero el epicentro de estos seísmos está en una zona poco habitada.

El primer ministro taiwanés, Su Tseng-chang, declaró que, tras una gran preocupación, se sintió “aliviado” al ver que el fuerte terremoto no había causado víctimas mortales.

El 4 de febrero de 2018, un terremoto de 6,4 grados de magnitud en la escala de Ritcher azotó esa misma ciudad causando 17 muertos.

Las primeras imágenes compartidas en redes sociales dan cuenta de la intensidad del temblor:

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