Se trata de una vacuna diseñada específicamente para los animales, infirmaron los responsables del zoológico en Twitter, que lo consideran “una victoria para la ciencia”.
Todo comenzó a principios de enero cuando varios gorilas de este zoológico del sur de California, uno de los más grandes del mundo, dieron positivo en las pruebas del nuevo coronavirus y fueron puestos en cuarentena tras mostrar síntomas. Este fue el primer caso conocido de transmisión natural del virus a los grandes simios. Desde entonces, se han recuperado.
Al mes siguiente, cuatro orangutanes y cinco bonobos del zoológico de San Diego recibieron cada uno dos dosis de una vacuna experimental desarrollada por la empresa especializada Zoetis.




“Nunca en mi carrera había tenido acceso a una vacuna experimental en una fase tan temprana del proceso, y nunca había tenido un deseo tan fuerte de utilizarla”, afirma Nadine Lamberski, responsable de salud del zoo de San Diego, citada por National Geographic.
A win for science: our partners at @Zoetis, a veterinary pharmaceutical company, developed a vaccine for SARS-CoV-2 (the virus that causes COVID-19) that we used to vaccinate great apes at the Zoo. The vaccine was created specifically for animals. @NatGeo https://t.co/ZpM5QVD4pl
— San Diego Zoo Wildlife Alliance (@sandiegozoo) March 5, 2021
Entre los afortunados receptores de la vacuna está Karen, una orangután hembra que en 1994 se convirtió en el primer primate no humano en ser operado a corazón abierto.
Los estudios han demostrado que ciertas especies de primates -una categoría a la cual también pertenecen los humanos- pueden contraer el virus responsable del COVID-19.
Los humanos y otros primates tienen un genoma muy cercano: los gorilas tienen cerca del 98% de su ADN en común. En África, los chimpancés y los gorilas han sido diezmados por el virus del ébola.
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