“Estos dos últimos años, el gobierno de Estados Unidos muestra una orientación agresiva (…) al violar todas las reglas internacionales”, declaró Rohani, en una reunión de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) en Biskek, Kirguistán.
“Que Estados Unidos haya aprovechado la oportunidad para lanzar acusaciones contra Irán, sin ni una pizca de prueba fundada o circunstancial, solo deja muy claro que [Washington y sus aliados árabes] han pasado al plan B: la diplomacia de sabotaje […] y el encubrimiento de su #TerrorismoEconómico contra Irán”, acusó a su vez el ministro iraní de Relaciones Exteriores, Mohamad Javad Zarif en Twitter.
Las acusaciones del secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, son “infundadas”, declaró por otra parte un comunicado del ministerio de Exteriores. “Acusar a Irán por los accidentes sospechosos y desafortunados que sufrieron los petroleros es aparentemente lo más fácil para Pompeo y las otras autoridades estadounidenses“, declaró el portavoz del ministerio, Abas Musavi, en el comunicado.
Musavi subraya, en cambio, que su país, “responsable de garantizar la seguridad en el estrecho de Ormuz”, acudió “en auxilio” de los barcos y “salvó” a su tripulación.
“La evaluación de Estados Unidos es que la República Islámica de Irán es responsable de los ataques“, afirmó Pompeo el jueves, antes de acusar a las autoridades de Teherán de querer impedir el paso de petróleo por el estrecho de Ormuz con el objetivo de perturbar el mercado mundial.
Para respaldar sus acusaciones, Pompeo mencionó informaciones recabadas por los servicios de inteligencia, “las armas utilizadas”, los anteriores ataques contra barcos y el hecho de que ninguno de los grupos aliados de Irán en la región disponga de los medios para alcanzar “un tal nivel de sofisticación”.
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