Según la versión difundida en los medios locales, el comandante del avión, que iba como copiloto, abofeteó supuestamente a la piloto de la nave tras una discusión y esta abandonó entre lágrimas la cabina.

El copiloto siguió entonces los pasos de su compañera, dejando el avión en modo de vuelo automático, y tras una segunda discusión ambos regresaron a los mandos para aterrizar en Bombay.

La semana pasada, Jet Airways había informado de que el incidente se había debido a un “malentendido” entre el personal de la cabina de mando y que todo se había resuelto “rápidamente de forma amigable”. Pero este martes se supo que la aerolínea despidió a los dos tripulantes.

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“Como consecuencia del estudio de los acontecimientos en el vuelo 9W 119 Londres-Bombay del 1 de enero de 2018, Jet Airways ha dado por concluidos los servicios de los dos miembros del personal de cabina con efecto inmediato”, dijo a Efe un portavoz de la compañía.

El incidente llegó incluso el pasado jueves al Parlamento indio, donde el ministro de Aviación Civil, Ashok Gajapati Raju, anunció que se había ordenado una investigación de los hechos.

El Consejo General de Aviación Civil (DGCA) también suspendió la semana pasada la licencia de los pilotos.

Esta no es la primera pelea en un avión indio que termina en escándalo nacional.

En marzo del año pasado, el diputado Ravindra Gaiwand, del partido hinduista de extrema derecha Shiv Sena, asestó veinticinco golpes con una de sus sandalias a un empleado de Air India, tras negarse a bajar de un avión de esa compañía estatal en el que había llegado a Delhi.

La negativa se debió a su enfado por no haber podido viajar en una categoría superior, que el aparato no tenía, y provocó un retraso de 40 minutos en otro vuelo, lo que llevó a Air India y a otras compañías aéreas a incluirle en una lista negra de pasajeros.

EFE

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