
En los conflictos internacionales actuales, los mercenarios colombianos ocupan un lugar central. Desde Ucrania hasta África y Oriente Medio, veteranos de las fuerzas armadas de Colombia son reclutados para luchar en guerras extranjeras, según un informe de The Wall Street Journal. La experiencia en décadas de combate contra guerrillas y el narcotráfico los convierte en candidatos deseados para los reclutadores internacionales.
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Uno de los casos destacados es el de Jhonny Pinilla, quien durante una década combatió contra insurgentes en las selvas colombianas. En 2023, decidió unirse al ejército ucraniano para escapar de los bajos ingresos en el país, atraído por un salario de 3.300 dólares al mes. La experiencia en Ucrania ha sido extrema: Pinilla relató al medio estadounidense que el fuego de artillería ruso y las bajas temperaturas eran desafíos completamente nuevos para él. No obstante… “La guerra es el único oficio que conozco”, admitió.
El viaje de Pinilla no estuvo exento de complicaciones. Para salir de Colombia, burló la vigilancia gubernamental, que ha intensificado los controles desde el asesinato del presidente de Haití en 2021, en el que estuvieron implicados 20 veteranos colombianos. Con una carta oficial de alistamiento, cruzó la frontera polaca y se presentó en Ucrania. Allí, fue asignado a una unidad de reconocimiento de 30 hombres, donde las aplicaciones de traducción en teléfonos fueron clave para la comunicación.
El informe de The Wall Street Journal revela que más de 186 colombianos han muerto en Ucrania y otros 122 están desaparecidos, según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia. Algunos han sido detenidos en Rusia bajo acusaciones de espionaje, mientras que otros enfrentan peligros constantes en el campo de batalla.




Mercenarios en África
En África, la situación no es menos peligrosa. Mercenarios colombianos contratados por intermediarios de los Emiratos Árabes Unidos han muerto luchando en Sudán. A pesar de los altos salarios, estos reclutas enfrentan emboscadas y situaciones críticas. Pinilla relató cómo sus compañeros colombianos se encontraron con otros compatriotas que luchaban para el bando contrario en Ucrania, lo que derivó en tensos enfrentamientos y la deserción de algunos soldados incapaces de continuar con el conflicto.
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A diferencia de grupos como el ruso Wagner o el estadounidense Blackwater, que actúan en función de intereses nacionales, la mayoría de estos soldados de fortuna operan de manera autónoma. Muchos se ven motivados por la adrenalina del combate o por ideales. Pinilla afirmó que su deseo es apoyar a países que realmente necesitan ayuda, aunque reconoce el alto costo de estas decisiones.
El gobierno colombiano, consciente de los riesgos y el creciente número de bajas, trabaja en una ley para prohibir el reclutamiento de colombianos como mercenarios, anota TWSJ. El presidente Gustavo Petro considera que esta práctica pone en riesgo la diplomacia del país y la vida de sus ciudadanos.
Para Pinilla, el final del combate aún parece lejano. Si sobrevive al conflicto en Ucrania, su próximo destino podría ser Israel, donde espera encontrar nuevas oportunidades. “Intentaré ir a luchar a Israel”, concluyó en el medio estadounidense.
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