A su llegada aseguró que quiere “recuperar la Cataluña de todos con democracia”, y pidió “a todas la empresas que trabajan o han trabajado en Cataluña que no se vayan”, como hicieron más de 2.000 desde principios de octubre, cuando se agudizó la crisis por las aspiraciones independentistas.

Además defendió el cese del Ejecutivo catalán y la convocatoria de elecciones en esa región para poner fin al “delirio” de los independentistas” y después de “haber agotado todas las vías”.

“Había que recuperar el respeto a la libertad y la convivencia y era urgente restituir el autogobierno y el interés general” y para frenar la “escalada de agresión a la convivencia”, dijo Rajoy en defensa de esa decisión política.

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Subrayó que era además “inaplazable devolver la legalidad a las instituciones en Cataluña”. “Por eso lo hicimos y no por otra razón”, concluyó.

Rajoy llegó acompañado de la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, para clausurar el acto de presentación de las candidaturas del Partido Popular de Cataluña para las elecciones autonómicas del 21 de diciembre.

La visita se produce dos semanas después de la fallida proclamación de independencia, el 27 de octubre. Desde entonces, Rajoy cesó al gobierno catalán de Carles Puigdemont, disolvió el parlamento y convocó esas elecciones, amparándose en los poderes que le confiere el artículo 155 de la Constitución.

Parte de ese gobierno catalán destituido se encuentra en la cárcel como sospechoso de sedición y rebelión, y parte en Bruselas, entre ellos Puigdemont, que se presenta como el jefe del gobierno en el exilio mientras pende sobre él una demanda de detención de la justicia española que podría resolverse en un par de meses.

Según un sondeo difundido este domingo por el diario El País, la impresión de que la independencia de Cataluña es posible ha caído entre los catalanes, que desaprueban además mayoritariamente (69%) la gestión de la crisis que ha hecho Rajoy, aunque la mayoría (también 69%) aprueba que convocara las elecciones regionales del 21 de diciembre.

Así, en estos momentos, y según esta encuesta -elaborada por Metroscopia consultando a 1.730 personas entre el 6 y el 8 de noviembre-, sólo el 28% de los catalanes cree que la independencia de Cataluña es posible en un futuro más o menos cercano, cuando la cifra era del 51% en octubre.

La visita se produce al día siguiente de que cientos de miles de personas reclamaran en las calles de Barcelona la libertad de los líderes independentistas catalanes encarcelados, en una demostración de fuerza de un movimiento que se reorganiza tras el fracaso de la proclamación de secesión.

Con información de EFE y AFP.

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