La Premio Nobel de la Paz de 2014 señaló que, a pesar de sus 20 años, ha “visto mucho” en su vida con el aumento del extremismo y el terrorismo en 2007, las dificultades para estudiar y el ataque en 2012, que la obligó a dejar el país.

La joven no dejó escapar la ocasión de reivindicar el papel de la mujer en una intervención que hizo en la oficina del primer ministro, Shahid Khaqan Abbasi, con quien mantuvo un encuentro.

“Las mujeres también pueden ser superhéroes, empresarias… necesitan ejemplos”, afirmó la joven, quien exhortó a un público formado por parlamentarios y otras autoridades a se uniese a su lucha.

Por su parte, el primer ministro del país, que la acompañó, dio la bienvenida a la joven y destacó su figura en un regreso que ha causado una gran expectación dentro y fuera del país.

“Dejaste el país cuando tenías 13 años y ahora eres la paquistaní más famosa”, afirmó el político.

Malala llegó esta madrugada a Pakistán acompañada por su padre, Ziauddin Yousafzai, y un hermano, en una visita de cuatro días de duración.

La joven adquirió notoriedad al escribir un blog para la BBC utilizando el seudónimo de Gul Makai en el que denunciaba las atrocidades sufridas bajo el régimen del Tehrik-i-Taliban (TTP).

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El 9 de octubre de 2012 fue víctima de un atentado en Mingora, en el noroeste del país, cuando dos miembros del TTP se aproximaron al vehículo escolar en el que se encontraba Malala y le dispararon con un fusil, alcanzándola en el cráneo y en el cuello.

La adolescente fue transportada inconsciente al Reino Unido, donde fue tratada de sus heridas y donde aún reside hoy, matriculada en la Universidad de Oxford.

“Es el mejor día de mi vida. Todavía no puedo creer que estoy en Pakistán, es un sueño”, manifestó la joven de 20 años secándose las lágrimas con las manos en un discurso emitido por televisión.

EFE