Lo paradójico es que esa pistola semiautomática está rodeada de un halo de misterio en Austria, su país de origen.

Por eso, hoy se concluye que el arma inventada a principios de los años 80 por el ingeniero austriaco Gaston Glock, ha estado siempre acompañada por un riguroso “culto al secreto”.

Eso es lo que los directores Fritz Ofner y Eva Hausberger comprueban en un documental recién estrenado en Austria, ‘Weapon of choice’, en el que intentan desvelar algo de la empresa cuyo fundador, de 89 años, siempre huyó de los focos.

Las investigaciones periodísticas sobre el imperio Glock, instalado a unos 20 kilómetros de Viena, son escasas. “En Austria hay cientos de artículos, pero casi todos sobre las actividades caritativas de la empresa y sus eventos mundanos”, aseguró a la AFP Fritz Ofner.

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La empresa familiar no deja que se pongan en duda sus negocios. Fritz Ofner explicó que recibió una primera amenaza de denuncia al iniciar el proyecto, a la que siguió una vez finalizado una carta de un abogado “pidiendo la lista de todos los colaboradores del filme”.

“Esta espada de Damocles” retrasó el estreno un año, recordó el director, y agregó que la extrema discreción de Glock se debe a la personalidad y al historial iconoclasta de su creador.

Al inicio de los años 80, Goston Glock dirigía una fábrica de cuchillos y de rieles de cortinas cuando decidió responder a la oferta del ejército austriaco que quería modernizar sus pistolas.

Glock diseñó un arma compuesta en gran parte por materiales no metálicos, “más ligera, más fácil de desmontar, más fiable, disparando más balas” que las de la competencia. Supuso, entonces, una revolución.

“Realmente se puede comparar a Glock, que no tenía ningún conocimiento en armamento, con Steve Jobs que concibe el primer producto Apple en su garaje”, explicó Ofner.

La empresa ganó una enorme popularidad cuando se lanzó al mercado estadounidense y después al resto del mundo. Policías, bandidos, particulares o yihadistas, todos respaldaron el producto.

Entre 2014 y 2017, la facturación de la compañía aumentó casi la mitad a 464 millones de euros. Glock emplea a unas 1.325 personas en cuatro sitios de producción.

La pistola se convirtió en un icono en Estados Unidos, donde fue enaltecida por Hollywood y el hip-hop. “Era un arma nueva que se encontró con una música nueva: el hip-hop y el gangsta rap adoptaron de inmediato este objeto minimalista, negro, que pegaba con su estética”, contó Ofner.

Glock equipa a la mayoría de las fuerzas de policía estadounidense y a los ejércitos noruego, iraquí y estadounidense.

El documental acentúa aún más el misterio Glock dándoles la palabra a dos excolaboradores, los únicos que aceptaron hablar.

Uno de ellos, el hombre de negocios Charles Ewer, llamado ‘Panama Charly’, detenido en Luxemburgo, cumple una pena de 20 años de cárcel por haber ordenado un intento de asesinato contra el industrial en 1999.

El millonario invirtió también en el sector ecuestre, abriendo un vasto complejo en el sur de Austria. Por el ‘Glock horse performance center’ desfilan celebridades y políticos, entre ellos, tres ministros del actual gobierno, miembros del partido de extrema derecha FPÖ, según una investigación conjunta del sitio Dossier y del diario austriaco Standard publicada con ocasión del estreno de la película.