Desde el apagón masivo del 7 de marzo, el país está sometido a cortes intermitentes, que el gobierno intenta sobrellevar mediante un plan de racionamiento de 30 días que excluye a Caracas.
El colapso, que afectó el suministro de agua, el transporte y las telecomunicaciones, también obligó a reducir la jornada laboral de ocho a seis horas y a suspender temporalmente las clases.
“Vamos a seguir hasta lograr el cese de la usurpación”, prometió este viernes Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por más de 50 países, buscando dar un nuevo impulso a la “operación libertad”; una estrategia con la que busca sacar a Nicolás Maduro del poder.


Durante sus mitines cotidianos, un sector opositor le pide insistentemente a Guaidó que autorice una intervención militar extranjera. El viernes, la etiqueta #MeCanseDeMarchar era tendencia en Twitter.
Este viernes, la Casa Blanca sancionó a 34 embarcaciones de la petrolera estatal PDVSA y dos compañías que envían crudo venezolano a Cuba. Por pedido del gobierno de Donald Trump, el Consejo de Seguridad de la ONU abordará el próximo miércoles la situación humanitaria del país con las mayores reservas de crudo.
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