Una inscripción de la pintura original muestra que el grito al que se refiere vendría en realidad de alrededor del protagonista, que está en primer plano, de acuerdo con el blog oficial de esa institución:

“Sentí un gran grito a través de la naturaleza”

Esta interpretación indica que el sujeto de la pintura es el propio Munch, e indica que en realidad está tratando de aislar sus oídos de ese ‘Grito’. El museo incluso añade que el nombre original de la obra era ‘El grito de la naturaleza’.

Otro de los documentos que se mostrarán en la exhibición es un borrador de instantes antes del momento plasmado en ‘El Grito’. Allí, Munch describe la experiencia que dio origen a tal ícono del expresionismo y representación de la ansiedad:

“Me detuve, sintiéndome agotado y me apoyé en la cerca. Mis amigos continuaron su camino y yo me quedé temblando de ansiedad”

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Entre otros datos poco conocidos sobre la obra, el museo revela que hay muchas versiones de ella, pero las dos pinturas principales reposan en la Galería Nacional de Oslo y en el Museo Munch. Otra versión muy famosa es una litografía en blanco y negro.

Se dice que ‘El Grito’ tendría influencia del gesto de una momia peruana que estaba exhibida en París hacia 1889. De lo que sí hay certeza es que inspiró un famoso emoji (😱).

La obra también ha sido robada dos veces; una en 1994 y otra diez años después. En ambas ocasiones fue hallada algún tiempo después.