Recuerdo que sentí la fuerza con la que el tiburón me golpeó y luego lo siguiente que recuerdo es estar en el agua y mi tabla rota por la mitad”, contó Mummert al portal especializado en surf Magic Seaweed.

El joven agregó en ese medio que la parte delantera de su tabla estaba flotando en el agua, mientras la parte trasera estaba todavía atada a su pierna, así que la agarró con ambas manos e intentó metérsela en la boca al tiburón blanco.

“Entonces, en cuanto me di cuenta de lo que estaba pasando, mi primer instinto fue dejar ese pedazo de tabla en su boca porque pensé que si estaba mordiendo eso entonces no me estaba mordiendo a mí”, detalló Mummert en el portal especializado.

Uno de los testigos del feroz ataque le aseguró a Magic Seaweed que vio a la víctima darle puñetazos al tiburón en la cabeza y la nariz.

Alex Oliver, Liam Ryan y Jess Woolhouse, compañeros de surf de Mummert, se apresuraron hacia él cuando vieron que estaba luchando con el escualo, al cual lograron escapar con su presencia.

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Luego, lo subieron a una tabla y lo trasportaron con cuidado a la orilla, pues estaba gravemente herido, como mostró el portal australiano con una foto gráfica de las profundas cortadas en la pierna que sufrió el joven.

Phil Mummert agradeció a sus compañeros por salvarle la vida y dijo que se convirtieron en unos “héroes absolutos”. “En realidad, no debería estar vivo. O al menos haber perdido una pierna”, finalizó el joven, al que le pusieron 63 puntos para cerrar su pierna abierta, indica Magic Seaweed.

Los médicos le dijeron al joven que tuvo suerte porque no hubo demasiado daño en el músculo, los tendones o las arterias y que si la herida hubiera sido 3 centímetros más hacia el interior de la pierna, se habría cortado la arteria femoral y me habría desangrado, finaliza el mismo portal.