
La Universidad de Harvard, una de las instituciones académicas más renombradas del mundo, enfrenta una de sus crisis más graves tras los recientes intentos del Gobierno Trump por revocar su capacidad para matricular estudiantes internacionales. Sin embargo, una jueza federal estadounidense, Allison Burroughs, ha dictado la suspensión temporal de esta polémica decisión, brindando un corto respiro a la comunidad universitaria mientras se avanza en la batalla legal.
De acuerdo con CNN, la decisión judicial ocurre apenas horas después de que Harvard presentara una demanda argumentando que la revocatoria de su certificación en el Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio (SEVP, por sus siglas en inglés) sería una represalia directa por su resistencia a satisfacer demandas políticas de la administración. La universidad denunció que estas medidas buscan coartar su independencia académica y su derecho a decidir en materia de gobernanza y currículo.
La política impulsada por el Departamento de Seguridad Nacional, bajo instrucciones de la secretaria Kristi Noem, establecía que Harvard debía entregar cinco años de registros sobre la conducta de estudiantes internacionales en cuestión de 72 horas para recuperar su permitir acceso a este grupo. Harvard afirma que esta exigencia excede el alcance legal del Gobierno federal y vulnera derechos constitucionales. Además, fuentes como CNN y declaraciones de la propia universidad subrayan que la pérdida del acceso al SEVP pondría en riesgo a más de una cuarta parte de la matrícula, cifra que según datos oficiales, representa cerca del 27,2 % de los estudiantes en el ciclo 2024-2025.
El caso de Harvard se ha convertido en un símbolo de la defensa de la autonomía universitaria frente al poder estatal. Además de la posible prohibición de matricular estudiantes internacionales, la universidad enfrenta una congelación de más de 2.200 millones de dólares en fondos federales y la amenaza de perder su estatus de exención fiscal por parte del Servicio de Impuestos Internos. Según Jason Newton, vocero de Harvard, esta acción gubernamental puede tener graves consecuencias, tanto para la comunidad universitaria como para la sociedad estadounidense, ya que los estudiantes internacionales provienen de más de 140 países y enriquecen la vida académica y de investigación.




Diversos testimonios, recogidos por CNN, reflejan el temor e incertidumbre entre los estudiantes. Jared, joven neozelandés admitido para el ciclo siguiente, señala que su futuro académico está en el limbo. Otros, como Karl Molden, estudiante austriaco, temen no poder regresar a clases ni mantener sus becas y oportunidades académicas por las restricciones de visado.
Profesores y personal de Harvard han advertido que la exclusión de estudiantes internacionales debilitaría la excelencia y diversidad en la academia y pondría en peligro la posición de liderazgo global de Estados Unidos en educación superior. El profesor de economía Jason Furman calificó la medida de “horrenda”, reiterando la importancia de la diversidad internacional para la innovación y el “poder blando” estadounidense.
En medio de la controversia, la universidad mantiene su compromiso de apoyar y orientar a su comunidad internacional, reiterando su lucha legal para conservar el derecho de mantener abierta la institución a todos los talentos globales.
Cómo afectaría a Harvard no recibir estudiantes extranjeros
Las implicaciones de esta decisión son profundas y de alcance global, teniendo en cuenta que, según datos oficiales, 6.739 estudiantes de diferentes países están actualmente matriculados en Harvard dentro de múltiples programas académicos. Con la entrada en vigor de la medida para el nuevo periodo académico —que inicia en la segunda mitad de 2025—, únicamente quienes estaban próximos a graduarse en el presente ciclo podrán culminar sus estudios. El resto se verá forzado a trasladarse a otras instituciones si desea mantener el estatus migratorio que les permite permanecer en territorio estadounidense.
En la carta enviada por Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional, se notifica a la universidad la suspensión del programa para visitantes y estudiantes internacionales, lo cual impide a Harvard seguir admitiendo este perfil de alumnos mientras no cumpla con los requerimientos de información solicitados por la administración federal. Las autoridades demandan datos referentes a actividades y protestas relacionadas con posibles hechos de violencia, antisemitismo o manifestaciones asociadas, solicitudes que han sido rechazadas enfáticamente por la universidad.
* Pulzo.com se escribe con Z
LO ÚLTIMO